Si algún acto marca este día de la Semana Santa melillense, sin duda alguna, es el que concede el beneficio extraordinario de la libertad condicional anticipada a un penado. Ayer, aunque a puertas abiertas en la Casa Hermandad, se vivió de forma más íntima y recogida, pero no menos emotiva que en años anteriores, porque, entre otras cosas, pudimos contemplar la mirada de emoción del liberado, que no quiso cubrirse la cara (a excepción de la mascarilla), porque para él esta vivencia es tan buena, que no tiene motivos para ocultarlo. Durante la jornada de ayer, Jueves Santo, tanto la Junta de Gobierno como los hermanos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío, vivieron una día intenso.
A las 16:15h, el personal sanitario del Hospital Comarcal procedió a los aldabonazos de apertura de la Casa Hermandad, en homenaje a su entrega y esfuerzo en la lucha contra la pandemia, para dar comienzo a la veneración, culto y acto penitencial a los Sagrados Titulares, Jesús Cautivo y Virgen del Rocío. Dicho acto penitencial estuvo dirigido por el Reverendo Padre Ángel Santamaría.
Posteriormente, a las 19:30h. se procedió a la liberación del preso, tras dictarse el auto por el Juez de Vigilancia Penitenciaria, donde estuvo presente, el Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda, junto a la juez delegada y la secretaria del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Melilla.
De este modo, un año más, se ha concedido el beneficio extraordinario de la libertad condicional anticipada a un penado, haciéndose efectiva en el día de ayer 1 de Abril; fecha en que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinacelli y el voluntariado cristiano de prisiones, de forma coordinada con los servicios sociales penitenciarios, comenzarán durante todo el año la atención y seguimiento para su reinserción en la sociedad a dicho liberado, que corresponde a las iniciales de MRH y que fue condenado por el Juzgado de lo Penal nº 6 a tres años y un día de prisión, de los que a día de hoy, aun le quedaban cerca de ocho meses de condena.
Esta persona quedará en situación de libertad condicional, aunque no implica que vaya a quedar desamparado, sino que contará con una importante red de apoyo, por lo que es de agradecer y destacar la gran labor que desempeña esta cofradía.
Gregorio Castillo, Hermano Mayor de la Cofradía, confesó que tenía “un pellizquito” por no poder salir a la calle después de ver a los Sagrados Titulares lucir tan esplendorosos en sus tronos, pero “estamos contentos, porque hemos visto la respuesta de los devotos y de los cofrades, guardando un respeto absoluto hacia las medidas impuestas de seguridad”. “El acto de la liberación ha estado muy emotivo y tengo que destacar, que el preso no ha querido taparse la cara, porque considera que es algo bueno que no se tiene que ocultar”, detalle que le agradece y satisface.
En general, valora el día como muy positivo y con mucha afluencia de gente, “eso significa que los melillenses quieren Semana Santa”, afirma.
