Tanto el MSC Peña Real Madrid como el MSC Peña Barcelonista perdían su imbatibilidad en la segunda fase, aunque lo peor fue lo que padecieron ambas expediciones con la actuación de los colegiados, así como lo acontecido en tierras caballas. Jornada para olvidar la de este pasado fin de semana para nuestros dos representantes en la División de Honor Juvenil de Fútbol Sala, y es que, además de que ambos cayeron derrotados perdiendo su condición de invictos en esta segunda fase, no tuvieron partidos nada fáciles, tanto por la calidad de sus respectivos rivales como por las actuaciones arbitrales que perjudicaron gravemente al MSC Peña Real Madrid, en Sevilla, frente al Real Betis Futsal, y al MSC Peña Barcelonista, en Ceuta, ante el C.D. Puerto.
En el caso de los madridistas, el resultado de 9-2 fue bastante engañoso, ya que, según contaba el club que preside Francisco Leiva a través de su cuenta de twitter, “los árbitros se convirtieron en los protagonistas. El marcador resultó muy elevado pero nada merecido para nuestros chicos. No en vano, todos los goles encajados, salvo el último, llegaron tras consecuencias de infracciones penalizadas y no penalizadas”, aseguraban.
Los colegiados también se dejaron notar en el número de cartulinas que mostraron, con cinco amarillas a los melillenses Haduchi, Ilias, Gabi González y al delegado Iván González, este último en dos ocasiones, además de enseñar la roja de forma directa a Javi López, el encargado de material. Así pues, y visto lo visto, los jugadores del MSC Peña Real Madrid no tuvieron ningún tipo de opciones de plantar cara a un gran conjunto como el verdiblanco, líder destacado del Grupo 5º C.
En cuanto a los barcelonistas, el encuentro se desarrolló con una tremenda igualdad, pudiendo ganar cualquiera aunque al final la suerte le sonrió al C.D. Puerto (3-2).
Lo negativo, el mal arbitraje padecido, sobre todo a raíz del 1-2, aunque lo realmente preocupante fue “el miedo” que pasó la expedición al término del choque cuando esperaban la llegada de los taxis para marcharse hacia el Puerto. En ese instante, y sin presencia de los directivos ceutíes, un vehículo se detuvo ante ellos, saliendo del mismo cuatro individuos que “amenazaron” a los melillenses, tanto verbalmente como con un cuchillo grande conocido como “mataborregos” y “una pistola”. Afortunadamente, la cosa no fue a mayores, los taxis llegaron a tiempo y pudieron marcharse sanos y salvos, pero con el susto en el cuerpo.
