Este primer entrenamiento de la semana tuvo como escenario el campo de La Espiguera, si bien, previamente, el equipo unionista completaba un trabajo preventivo y de CORE en el gimnasio que el club tiene habilitado en el ‘Álvarez Claro’. La plantilla de la U.D. Melilla volvía en la mañana de ayer al trabajo, tras el empate cosechado el pasado domingo frente el Getafe C.F. B en la primera jornada de la segunda fase de la permanencia en la Segunda División RFEF. El resultado final de 2-2 dejó un sabor agridulce en las filas unionistas, ya que hasta en dos ocasiones llegaron a ponerse por delante, pero de nuevo vieron como se les escapaba la victoria en los últimos minutos.
Sea como fuese, el partido ante el filial getafense forma ya parte del pasado y los azulinos están centrados desde ya en el encuentro que este próximo domingo les medirá, en el Estadio Álvarez Claro, a la U.D. Poblense.
Como viene siendo habitual, y más tras un fin de semana de competición, el equipo melillense iniciaba la semana con una sesión liviana de carácter regenerativo para los jugadores que disputaron cuarenta y cinco minutos o más ante el Getafe, mientras que el resto de futbolistas realizaron un trabajo compensatorio junto al preparador físico de la entidad, Carlos Gómez.
Este primer entrenamiento se desarrolló en su totalidad en el campo de La Espiguera, si bien, previamente, el plantel también completaba un trabajo preventivo y de CORE en el gimnasio que el club tiene habilitado en el ‘Álvarez Claro’.
Hoy martes, los de Ángel Viadero dispondrán de descanso, volviendo mañana a los entrenamientos para seguir preparando el choque ante el cuadro balear.
