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La política melillense cada día se parece más al camarote de los hermanos Marx

No dejo de salir de mi asombro por la decisión de Ciudadanos de expulsar a Eduardo de Castro del partido. Las informaciones aparecidas son contradictorias. Se ha dicho que es por el “caso grúa”. No tiene sentido, a no ser que la Fiscalía tenga línea directa con ese partido. Su escrito es del 19 de marzo y el expediente del 12, así que por ahí no deben ir los tiros. Más bien, creo que va por el tema de Rostrogordo, donde hay varios miembros del Gobierno que van a declarar y no lo han hecho todavía porque el escrito judicial carecía de una dirección exacta. Si esta es la razón de Ciudadanos, que lo diga. Si fuese por el tema grúa tenían que haber expulsado también a Paula Villalobos. El llamado “caso grúa” se acaba de iniciar, después viene la denuncia del empresario perjudicado pidiendo responsabilidades.
No sé cómo va a terminar este asunto. Muchos en el banquillo, porque son muchos los que han puesto su firma en este tema. Algún día sabremos la verdad de la expulsión De Castro y creo que será algo más prosaico.

Creo que puede ser una vendetta, porque De Castro no estaba en la línea de Inés Arrimadas y sí de Francisco Egea. Pero quizás haya algo más. Un amigo sabio dice que está detrás el PSOE. Es posible. Los socialistas locales no tienen capacidad para esta estrategia. Gloria Rojas aspira a la Presidencia, ya lo sabemos y no va a tener otra oportunidad. ¿El PSOE nacional va a entrar en la guerra de cambiar al presidente, después de lo de Murcia? No lo creo, porque en lo que tenía que estar el Gobierno de España es en la vacunación masiva a todos los ciudadanos melillense.

Estos son los hechos, veamos sus consecuencias. A nadie se les escapa que este Gobierno que padecemos nunca ha tenido una orientación, ni programa definido para Melilla. Desde su origen ha sido una especie del camarote de los hermanos Marx. No se han entendido, se han odiado, cada uno ha hecho su guerra por libre, incluso del mismo signo político, no ha habido un liderazgo de gobierno. Su única identidad: echar a Imbroda. A partir de ahí el gobierno le explotó en las manos. Cada uno estaba en guardia, al acecho para darle de comer a los suyos. Este gobierno no puede seguir como está actualmente.

Al presidente le quedan dos salidas honrosas: 1.-Dimitir de la Presidencia y dejar el escaño. Él consiguió la Presidencia por ser cabeza de lista de Ciudadanos, no por ser sólo diputado. Ya no tiene esta representación. Podría quedarse el escaño y convertirse en tránsfuga. No creo que nadie apoyaría a un tránsfuga en esta responsabilidad, ni que fuera bueno para Melilla. 2.- Si no hace lo primero lo único que le queda es someterse a una Moción de Confianza. Así sería el apoyo a su persona de los que le auparon al puesto, pero no creo que estos estén por la labor. Ya venían anunciado la necesidad de un cambio de rumbo a todos los niveles desde hace tiempo.

Usted verá lo que hace, señor De Castro. No se excuse en que Ciudadanos podría reconsiderar su expulsión, porque sabe que no es verdad. No tiene vuelta atrás; si la hubiera Ciudadanos haría un ridículo espantoso y creo que no está para estas frivolidades. Además, las denuncias de los contratos de emergencia van a tener mucho recorrido por el abuso que se ha hecho de ellos. Ya la Justicia está investigando algunos y de otros muchos ha solicitado información el Tribunal de Cuentas.

Además de estos hechos, hay algunas acciones de Gobierno que son un dislate, como en Medio Ambiente que es un caos, como en Hacienda que no se sabe lo que se quiere, el PGOU no puede estar en manos de estos ineptos, la política deportiva es de imposición arbitraria, el caos de la Consejería de Administraciones Públicas, la soberbia impositiva y caprichosa de la consejera de Cultura que nada más comprende lo que ella cree, el mundo fuera de ella es el caos y no digamos el desastre de la Consejería Economía, Salud Pública y Turismo. El único turista es el consejero que no para de viajar los fines de semana a pesar de la pandemia. La gestión del Covid ha sido pésima como los resultados demuestran. Lo único que se ha hecho es querer pagar cientos de horas extraordinarias al equipo técnico del consejero. En esta Consejería los funcionarios actúan como políticos, no quieren ejecutar el cumplimiento de la legalidad, como la devolución de la subvención a Mujeres Vecinales en 2018 por no justificarla, el expediente de los vigilantes Covid lo ha rechazado el interventor, las denuncias de los cuerpos de seguridad por la pandemia, no ejecutadas. Hay más irregularidades que iré desgranando, si la actualidad inmediata no me lo impide. Pero no quiero dejar pasar la no asistencia de los consejeros socialistas al Consejo de Gobierno; es una decisión irresponsable, no saben ostentar la representación de la ciudadanía y ha sido un desprecio a todos los melillenses. Si no estaban de acuerdo, que hubieran votado en contra. Son como los avestruces. ¡Qué pena!
Ante este bochorno que sufrimos los melillenses y que va a ir a más, tan sólo cabe una solución: Elecciones anticipadas. Si fuésemos una auténtica autonomía, el presidente disolvería la Asamblea y convocaría elecciones, pero este extremo no lo tenemos competencialmente.

Sí hay una salida, la Ley de Bases de Régimen Local (la que es de aplicación en nuestra Ciudad) que dice en su artículo 61.1 “el Consejo de Ministros, con el acuerdo del Gobierno autonómico o a petición de éste, y previa aprobación por el Senado, el único que está capacitado para disolver una Corporación municipal”.

Propongo que los 25 miembros de la Asamblea soliciten al Gobierno de la Nación la celebración de elecciones anticipadas. Darle la voz a la ciudadanía es la única solución en democracia.

PD
No sabemos aún qué piensan CPM y PSOE. Esperemos que den una respuesta rápida y coherente, que no nos mareen con sandeces.

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