En Julio de 2018, Marruecos anunció unilateralmente que no se permitiría importar mercancías a través de la Aduana terrestre con Melilla a partir del 1º de agosto de ese año. Justificaba la misma en su intención de potenciar los tráficos de contenedores y las inversiones realizadas para atraerlos.
Lo cierto es que la inversión fue inexistente pues el “spreader” que usan las grúas en la manipulación de los contenedores ya existía desde hace años cuando escalaban barcos durante la campaña de exportación de cítricos que antaño pasaban por nuestro puerto. Además, desde hace cuatro años Marruecos está construyendo el nuevo puerto de Nador West-Med con importante financiación del BEI dejando el actual para tráfico de pasajeros exclusivamente.
Las cifras de movimientos de contenedores en ambos puertos dejan claramente demostrada la falacia argumentada por las autoridades marroquíes para justificar la exigencia de permitir solo la importación de mercancías descargadas en el Puerto de Nador y, de forma indirecta, prohibir la importación a través de la aduana terrestre con Melilla.
Como se puede observar, de las 9 navieras que operaban en Melilla han quedado reducidas a dos en el Puerto de Nador lo cual beneficia a las mismas al no tener competencia y fijar precios y perjudica a los importadores al no poder elegir otras alternativas. Solo una de las navieras transporta mercancías no comunitarias que suponen más del 90% del volumen total. Verdadero monopolio
La media mensual de los 31 meses de actividad es de 138 contenedores mientras que, en Melilla, antes de adoptarse estas medidas, el movimiento era de 723 contenedores de media mensual, cinco veces superior.
Ni siquiera en los años 2018 y 2019 ya con la aduana cerrada consiguió superar al puerto de Melilla (5.010 contenedores en Melilla y 1,787 en Nador). Solo a raíz del cierre fronterizo total ha sido cuando el tráfico a través del Puerto Melilla ha dejado de existir y, así incluso, la cifra más alta (2.200 contenedores en el 2020) no llega al 20% de la que se movió por Melilla el año 2016 (10.089 contenedores)
La verdadera razón, por tanto, no era otra que la de asfixiar económicamente al Puerto de Melilla y a los comerciantes de esta Ciudad a la que se ha añadido, inesperadamente, el cierre fronterizo total por razones sanitarias lo que ha ocasionado el hundimiento de los tráficos portuarios y la economía de Melilla. Marruecos, incluso durante la pandemia, NUNCA ha cerrado sus fronteras al tráfico de mercancías con España y la UE salvo para Melilla.
Desde la CEME hemos reclamado insistentemente al Gobierno de España una actuación diplomática enérgica ante Marruecos para revertir esta ILEGAL medida, sin que hasta la fecha se haya hecho nada positivo al respecto más que la creación de un Grupo de Trabajo técnico totalmente ineficaz a la vista de sus nulos resultados
Por eso acudiremos, a través de europarlamentarios españoles, al Consejo de Europa para que adopte las medidas oportunas y obligue a Marruecos a desbloquear las importaciones a través de la aduana terrestre con Melilla. Esperamos contar con el apoyo de todos los partidos políticos con representación en Melilla a través de sus respectivos Grupos Parlamentarios europeos y, por supuesto, con el del Gobierno actual de España.
