Ni que decir tiene que el índice de contagios está empezando a aumentar en nuestra ciudad. Y también es cierto que el hecho de la premura en la vacunación de la ciudadanía se hace evidentemente necesaria. El problema ahora radica en la celeridad y en la capacidad para llevar a cabo esa vacunación a todos los ciudadanos que voluntariamente quieran estar vacunados contra la Cóvid 19. La realidad es que últimamente todos los españoles hemos sido convocados a las urnas en un solo día para formar un gobierno que no se aclaraba. Y de ese hecho concreto se me ha ocurrido una idea que pudiera ser de utilidad a las autoridades sanitarias y gubernamentales de nuestra ciudad.
Desde mi perspectiva, si todos los españoles podemos votar en un solo día haciendo uso de los colegios electorales, asistiendo a los mismos. ¿Por qué no utilizar el mismo sistema en el método de vacunación masiva que comenzará en el mes de abril con la incorporación de la vacuna de Janssen?
Ya sé que se tarda más tiempo en vacunar que en votar, pero tampoco demasiado. Por lo que si las autoridades sanitarias convocaran al quince por ciento de la ciudadanía por orden alfabético a la vacunación desde el sábado a las cinco de la tarde hasta el domingo a las siete de la tarde. En siete fines de semana; ya que en el último solo serían convocados el diez por ciento y algunos excusados, toda la población de Melilla estaría vacunada.
No obstante, es cierto que tampoco creo que la vacuna de Janssen vaya a venir a cubrir las necesidades de todos los melillenses. No creo en lo que depende de los demás, pero sí en lo que podemos disponer de nosotros mismos. Y con esto me refiero a la vacuna de Novavax. Vacuna que se fabricará en Galicia y de la que podremos disponer a partir de Mayo de todas las dosis requeridas.
Esta vacuna es de las más tradicionales y requiere dos dosis. Solo inyecta una proteína del virus: precisamente con el que hace la llave para introducirse en la cérula y un coadyuvante para acelerar y diversificar el metabolismo de la proteína, con lo que es más eficaz contra cualquier variedad de cepa. Necesitaríamos 14 semanas en vacunar a toda la población en el caso de que de aquí a Mayo no se hubiera vacunado a nadie, además de que muchas opiniones del mundo sanitario afirman que aquellas personas que hayan pasado la enfermedad solo requerirían una dosis. Y es muy fácil pensar que de aquí a Mayo casi el diez por ciento de la población mayor de dieciséis o dieciocho años la habrá pasado.
Ni que decir tiene que todos los asistentes que vayan a los colegios electorales para ser vacunados con una u otra vacuna deberán ir con mascarilla exclusivamente quirúrgica para no transmitir la enfermedad y utilizar los geles hidroalcoholicos que pongan las autoridades sanitarias como recomendables. Y a partir del domingo a las siete de la tarde comenzarían las labores de desinfección de todos los colegios hasta las doce de la noche; por decir una hora.
Creo que esto nos evitaría el absentismo laboral durante alguna que otra hora, crear un tipo de disciplina y orden en la ciudadanía y generaría una confianza necesaria, sabiendo que en cuatro meses y medio los melillenses estaríamos protegidos de los síntomas graves que pueda ocasionar la Cóvid 19. Y digo cuatro meses y medio, aunque el periodo de vacunación que propongo dure tres meses y medio, porque hasta pasado un mes desde la fecha de la vacunación el antídoto no hace el efecto requerido. Por lo que el uso de la mascarilla y de los hidrogeles seguirían siendo necesarios durante treinta días más. O sea, hasta mediados de septiembre deberemos ir con la boca tapada cada vez que salgamos por las calles de nuestra ciudad, si no se dispone de la vacuna de Janssen, pero creo que merece la pena.
