Este año, debido a las restricciones de la COVID-19, Ramadán será muy distinto en Melilla, incluso en comparación con 2020, cuando el confinamiento obligó a los melillenses, al igual que el resto del país y de buena parte del mundo, a vivir el mes sagrado encerrados en sus casas En Melilla, donde aproximadamente la mitad de la población es de confesión musulmana, el mes sagrado de Ramadán empieza este miércoles, a la par que en Marruecos, aunque desde el sábado hay ambiente festivo con el encendido de luces similares a las de Navidad, pero con motivos islámicos.
En total son cerca de un centenar de adornos luminosos que ambientarán esta festividad en diferentes puntos de la ciudad, uno de ellos la Avenida Juan Carlos I, la vía más emblemática del centro histórico, pero también en los barrios y la quincena de mezquitas que hay en Melilla. Un acierto en una ciudad donde debemos caminar todos juntos en el objetivo de reforzar nuestra interculturalidad, especialmente en fechas festivas como este mes sagrado, cuya celebración se extiende a toda la población y no solo a aquellos de confesión musulmana.
Este año, debido a las restricciones de la COVID-19, Ramadán será muy distinto en Melilla, incluso en comparación con 2020, cuando el confinamiento obligó a los melillenses, al igual que el resto del país y de buena parte del mundo, a vivir el mes sagrado encerrados en sus casas. Ramadán se podrá celebrar en 2021 algo mejor que en 2020, a pesar de las restricciones establecidas por la pandemia, que son muchas y acaban de incrementarse por la cuarta ola.
Por ejemplo, a diferencia del año anterior, las mezquitas sí podrán celebrar cuatro oraciones al día, con un tercio del aforo por la pandemia, pero no el rezo más importante en Ramadán, el tarawih, que se lleva a cabo después de romper el ayuno y en el que más oraciones se hacen, durante alrededor de una hora y media.
El toque de queda, que en Melilla empieza a las 22.00 horas, no permitirá este año que el tarawih se realice en los templos, sino en casa, aunque este impedimento no ha provocado quejas ni peticiones públicas para retrasar el inicio del confinamiento nocturno, como ha sucedido en Ceuta. Otro ejemplo del que podemos presumir en Melilla, porque muestra el sacrificio de su población en pro de la salud pública.
Las numerosas restricciones y la situación epidemiológica que sufre Melilla, con la incidencia acumulada más alta del país desde hace semanas, tampoco dan lugar a la organización de actividades como otros años se ha hecho, aunque la Ciudad Autónoma sí ha programado algunas, y buena parte llegarán a las casas de manera telemática, ya sea por la retransmisión en redes sociales o medios públicos.
Precisamente a través de esa vía, la Comisión Islámica de Melilla llevará a cabo un programa diario a partir de las 21.30 horas con el título “Ramadán en común”, en colaboración con la Consejería de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad.
Será una forma más de celebrar este mes sagrado que hoy empieza, de una manera algo diferente y con la tristeza de tantas víctimas que deja esta pandemia, pero con la esperanza de que en 2022 podamos vivir este mes tan importante como estamos habituados, en todo su esplendor. Feliz Ramadán para todos los melillenses.
