El director general de Salud Pública, Juan Luis Cabanillas, quiso aclarar ayer, en declaraciones a MELILLA HOY, que las decisiones que se están tomando en torno a la vacuna de AstraZeneca “no son a lo loco”, aunque “da esa impresión” por la información que se ha ido publicando en cuanto a los cambios de tramos de edad que se han ido anunciando para su aplicación. Sin embargo, puso el acento en que, aunque pudiera parecerlo, “no es cierto” poque “se están tomando las decisiones que se habían valorado en la Comisión de Salud Pública”.
En concreto, lo que se decidió es que esta vacuna se pondría primero a las personas de hasta 55 años “como una medida de prudencia y de cautela porque es lo que decían los estudios para los que había una diferencia signficativamente estadística”. “Pero, de igual modo, se acordó en la comisión que, a medida que otros países iban vacunando por encima de esa edad, se aprovecharía esa experiencia y las evidencias científicas que hubiera para seguir aumentando la edad para la vacuna de AstraZeneca”, agregó Cabanillas.
Esa es la razón por la que se subió primero el límite de edad hasta los 65 años y, posteriormente, hasta los 69 años. “Y es posible que se siga subiendo sin poner tope de edad hacia arriba”, señaló el director general.
“Otra cosa es la decisión de cortar de 60 años hacia abajo. Pero lo demás, estaba todo planificado y pendiente de estudiarse”, agregó Juan Luis Cabanillas en su explicación.
