La plantilla de la U.D. Melilla completó ayer sábado su última sesión preparatoria de la semana en el Estadio Municipal Álvarez Claro, después de que su encuentro ante el Atlético Madrid B se aplazara el pasado viernes por seis casos positivos en el conjunto rojiblanco. Sin duda, el aplazamiento del encuentro “ha supuesto un pequeño jarrón de agua” para el equipo melillense, que tras ganar al Poblense por 3-2 llegaba con ganas de dar un paso de gigante para asegurar lo antes posible la permanencia en la Segunda RFEF.
De igual modo, el hecho de no jugar en la capital de España ha trastocado los planes de entrenamiento, ya que la expedición azulina tenía previsto viajar ayer sábado hasta Madrid y ejercitarse por la tarde en las instalaciones de la Ciudad Deportiva Wanda de Majadahonda.
Finalmente, el plantel de Ángel Viadero se ha entrenado en Melilla, en una sesión enfocada a buscar un estimulo competitivo, minimizando de esta manera cualquier alteración en la planificación física de los jugadores.
Así, tras un pequeño calentamiento, la plantilla ha disputado un partido de dos tiempos de treinta minutos cada uno en un campo de dimensiones más reducidas.
Próximo partido
Con esta sesión se ha puesto el punto y final al trabajo semanal, ya que el plantel descansará hoy domingo, aunque el lunes reanudará los entrenamientos para comenzar a preparar el encuentro del próximo 25 de abril ante el cuadro madrileño de Las Rozas.
