La pandemia de covid-19 ha afectado a una gran cantidad de sectores laborales y entre ellos, cabe destacar la situación de aquellos trabajadores que viven en Marruecos y cada día cruzaban la frontera para desempeñar su función en Melilla. José Alonso, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla, ha afirmado ante este periódico que no saben con certeza qué sucederá tras la pandemia y ha indicado que es probable que se desarrolle un nuevo modelo de trabajo por horas que ocasione una gran cantidad de desempleados en este sector. Asimismo, ha destacado que esto afecta mayoritariamente a mujeres que se dedican sobre todo a tareas del hogar. Uno de los sectores laborales más afectados por la pandemia es el de las mujeres que viven en Marruecos cerca de la frontera y atravesaban cada día la frontera para trabajar en Melilla principalmente en tareas del hogar. En la Ciudad han solicitado la prórroga de la autorización de trabajo transfronterizo un 75% menos que antes de la pandemia.
José Alonso, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de Melilla, ha indicado que la situación de este colectivo formado principalmente por mujeres atraviesa un momento crítico. “Al igual que otros muchos sectores de la población lo están pasando realmente mal y no se sabe con certeza a cuántas personas puede estar afectando”.
Asimismo, ha indicado que hay familias que pese a la situación siguen pagando el sueldo de forma íntegra y cumpliendo con sus obligaciones, pero también hay otras que no, lo que suma gravedad al asunto. “El tema de las empleadas del hogar, con independencia de los problemas que pueda crear el cierre de fronteras con carácter general, es un régimen especial por el que no tienen derecho a desempleo, donde cabe destacar que no hay ERTE ni nada similar. Dentro de lo que denominamos mercado laboral, son los que peor situación tienen”, ha asegurado.
Del mismo modo, ha indicado que, aunque en menor medida habrá algunas que se encuentren aquí en Melilla de forma irregular, por lo que pueden llegar a tener problemas.
Cambio en el modelo de trabajo
“Antes estábamos acostumbrados a tener una persona que desempeñaba en casa una jornada completa de trabajo, algo que en la península no es habitual porque resulta muy caro y una familia de clase media no se lo puede permitir, por lo que se ha hecho habitual el trabajar por horas, por lo que nos preocupa que una vez que se abran las fronteras se produzcan un despido masivo de estas empleadas”, ha añadido el presidente.
El coste de una persona que trabaja en el hogar durante todo el día en Melilla equivale al 55% del salario mínimo interprofesional, lo que son entre 500 o 600 euros mensuales. En este sentido, ha destacado que otros de los problemas a los que se enfrentan estas personas es que en muchas ocasiones no se paga dicha cantidad de dinero. “Aunque firmen por una cuantía determinada en muchas ocasiones esa determinada cifra no es lo que reciben”, ha destacado José Alonso.
“Antes de la subida del salario mínimo interprofesional el sueldo era de 300 euros, algo que en España es una miseria pero que para la gente que vive en Marruecos les sirve para salir adelante”, ha sentenciado.
“Muchas trabajan sin papeles”
José Alonso ha expresado que, en el momento en el que abran las fronteras, es posible que se produzca una modificación en este hábito, pues habrá personas que se hayan adaptado y solo las requieran algunas horas y otras que decidan suprimir su trabajo. Por otra parte, ha asegurado que esta situación afecta a todos los profesionales de oficio de la ciudad de Melilla, ya que la mayoría de ellos son fronterizos y que, por tanto, esto se materializa en la construcción o incluso en la hostelería que no pueden acudir a Melilla por el cierre, lo que se está notando en los diversos sectores y los empresarios lo reafirman
“A pesar de las cifras oficiales, hay otras muchas que trabajan sin documentación ni los papeles en regla”, ha sentenciado.
