El MSC Torreblanca B dejó escapar ayer dos puntos en los instantes finales del encuentro que le enfrentó, en el Pabellón Lázaro Fernández, al conjunto gaditano del Guadalcacín, al empatar (2-2), en un encuentro que significó el reencuentro ante su afición. Las jugadoras de Miguel Centeno dominaron, controlaron y gozaron de las mejores ocasiones, pero perdonaron ante un Guadalcacín efectivo de cara a puerta. El partido comenzó con mucha igualdad y respeto por parte de ambos conjuntos. Pocas ocasiones de gol y un control del conjunto local que, según pasaron los minutos se hizo más evidente.
En el 7’ llegó el primer aviso serio de las jugadoras de Centeno, pero Natalia no logró definir una buena jugada local. Lubna y Nerea siguieron a su compañera en el apartado de ocasiones, pero ninguna consiguió meter la pelota entre los tres palos. De hecho, uno de los postes repelió un potente disparo de Lubna, en el 14’.
No obstante, y dejando su sello de calidad, la goleadora local se quitó la espinita del palo con un golazo de tacón que abrió el marcador (1-0), un regalo el público, que regrsó al Lázaro Fernández.
Tras el gol, lo intentaron las andaluzas con un disparo de Luci que se estrelló contra el poste de la portería de Donoso. Con el 1-0 se llegó al descanso.
A los pocos minutos de la reanudación empató el Guadalcacín. Una recuperación en la zona de ataque y una buena definición de Inma para poner el 1 -1. En el 26’, Delise no faltó a su cita con el palo y dejó al respetable con la miel en los labios. Gema estuvo a punto de aprovechar el rechace, pero no lo logró.
A falta de 7 minutos apareció la potecia de Nerea para poner a las melillenses por delante. Una buena jugada de la canterana que finalizó de forma magistral, cruzando el balón al palo largo (2-1).
A falta de tres minutos, Centeno dio la alternativa, por segunda vez esta temporada, a Amal, en un momento de gran responsabilidad. La canterana no sólo no desentonó con el resto del equipo sino que pudo sentenciar el partido, pero la portera gaditana estuvo rápida de reflejo para tapar el disparo.
Cuando casi ya se podía saborear la segunda victoria de esta fase, llegó el gol del empate, en una jugada de saque de esquina, que puso el definitivo 2-2 en el marcador.
