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La Plaza de Toros vive sus últimas horas como centro de acogida temporal y sus 165 ocupantes acabarán en su mayoría en la calle

La Plaza de Toros de Melilla ha llegado a acoger hasta 500 personas al inicio de la crisis sanitaria

La presencia de migrantes y personas sin hogar en la Plaza de Toros podría estar ante su final. La Ciudad Autónoma ha rescindido los contratos con las empresas de vigilancia por un lado y de limpieza, mantenimiento y cocina por otro, porque estaban sujetos al real decreto del estado de alarma del 13 de marzo de 2020 y sus posteriores prorrogas. Desde las 00.00 horas del 9 de mayo, a ambas empresas se les ha dado 48 horas para recoger sus pertenencias y mientras tanto prestar sus servicios durante esos dos días. Sin embargo, a partir de las 00.00 horas del martes 11 de mayo dejarán de realizar sus cometidos diarios, entre ellos el servicio de comidas que les sirven tres veces cada jornada, y pararán de trabajar en este lugar que fue acondicionado en abril de 2020 por la Ciudad Autónoma para acoger a migrantes y personas sin hogar para que pudieran seguir el confinamiento obligatorio por la pandemia del covid.

Este centro, que ha llegado a acoger hasta 500 personas al inicio de la crisis pero con las posteriores salidas, por un lado voluntarias cuando acabó el confinamiento, para vivir en la calle o en menor medida traslados a la península e ingresos en centros de acogida, como el CETI, principalmente de origen subsahariano, ha ido reduciendo la cifra hasta unos 165 en la actualidad. Son unos 150 hombres y 15 mujeres, la mayoría de países del Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez), entre ellos varios menores ex tutelados que tuvieron que abandonar sus centros al cumplir los 18 años de edad.

Futuro incierto
El futuro de estas personas es incierto porque si bien en el caso de las mujeres se les está buscando una solución para ser acogidas en centros oficiales o dependientes de ONGs, en el de los hombres, al estar cerrada la frontera, podrían acabar en la calle.
Mientras todo esto produce, en la Plaza de Toros hay una “calma tensa” entre los acogidos, que ya han sido avisados de que este lunes a las 12 de la noche, las empresas que gestionan el centro de acogida temporal, tanto de limpieza como de vigilancia, dejan de prestar sus servicios.

Empleados al paro y 3,3 millones de gasto
La medida no solo afecta a los acogidos, sino también a los trabajadores que allí han desempeñan su labor, porque entre una y otra empresa, decenas de ellos se quedarán sin empleo.
La razón que les han esgrimido desde la Ciudad Autónoma es que sus contratos estaban sujetos al estado de alarma y sus posteriores prorrogas, y una vez finalizado, se extinguen.
El consejero de Salud Pública, en los inicios de la crisis sanitaria, aseguró que el coste para la Ciudad Autónoma mensual para hacer frente al centro temporal de la Plaza de Toros era de 300.000 euros mensuales, un dinero que tenían previsto reclamar al Ejecutivo Central al ser la extranjería y la inmigración una competencia del Gobierno de la Nación. Si tenemos en cuenta que han pasado once meses desde entonces, el coste total podría alcanzar los 3,3 millones de euros.

Se recupera la Plaza de Toros para los melillenses

Desde marzo de 2020 la Plaza de Toros dejó de acoger espectáculos taurinos o musicales, exhibiciones, exposiciones y visitas, después de que los pasillos de sus dos plantas y los cuartos de enfermería y pasaje de los animales fueran reconvertidos en dormitorios en abril de 2020 para acoger a personas sin hogar y marroquíes que quedaron bloqueados en Melilla por el cierre fronterizo decretado por Marruecos el 13 de marzo de año, para que todos ellos pudieran cumplir con el confinamiento obligatorio para evitar contagios del Covid-19.
Estas personas fueron trasladadas allí después de que ocuparan primero el pabellón de deportes “Lázaro Fernández” del barrio del Real, que originaron las protestas de los vecinos por los ruidos que se producían toda la madrugada en esa zona residencial y, posteriormente, a unas carpas que ofreció la discoteca V Pino en su explanada, que se inundaron con las lluvias de abril de 2020 en la ciudad.
A estos grupos se les sumaron posteriormente un conjunto numeroso de mujeres marroquíes que abandonaron las casas donde trabajaban como empleadas de hogar, a continuación otro grupo de subsaharianos que saltaron la valla y no tenían plazas en el CETI por estar saturado y últimamente a menores no acompañados que cumplían los 18 años y tenían que abandonar los centros de acogida por ser ya mayores de edad.
Con el final del centro de acogida, la Plaza de Toros podría recuperarse para el disfrute de los melillenses.

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Mustafa Hamed

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