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Francisco Robles se marca como reto la reorganización del sistema de urgencias de Melilla

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El director territorial del Ingesa en Melilla, Francisco Robles, realiza un balance positivo de la evolución que dice ha experimentado a mejor la sanidad pública en la ciudad en los dos últimos años, aunque reconoce que aún quedan muchas metas por conseguir, como por ejemplo la finalización de la construcción del hospital universitario que se espera se retomen los trabajos antes de final de año, y que permitirá ampliar la cartera de servicios y, como consecuencia directa, reducir el número de melillenses derivados a la Península. Robles, que señala que la sanidad pública melillense no arrastra los millones de pérdidas que otras comunidades, no se muestra partidario de transferir la sanidad a Melilla, porque no lo ve viable. El director territorial pretende llevar a cabo una reorganización de las urgencias en Melilla, para ofrecer un mejor servicio a los melillenses.

  • Se cumplen dos años desde que entrara a hacerse cargo de la gestión de la Dirección Territorial del Ingesa en Melilla. ¿Qué balance puede hacer de este tiempo?
  • ¿El balance? es claramente positivo en lo que significa una mejora de la asistencia sanitaria que reciben por parte de Ingesa los melillenses. Sobre todo en los temas de gestión diarios ya que, con la inestimable e imprescindible labor del equipo de colaboradores de la Dirección Territorial y del Área de Gestión Sanitaria, con su gerente Pedro Villarroel a la cabeza, tanto la eficacia como la eficiencia de la gestión de la asistencia sanitaria en Melilla, han crecido, si bien es cierto que aún queda camino por hacer y en ello estamos todos comprometidos. En este punto hay que citar a todo el personal de Ingesa en Melilla, sin duda es el mejor capital que posee la entidad.

Actualmente el Área Sanitaria de Melilla, con el esfuerzo de todos los implicados, está hoy por hoy muy bien considerada en el espectro asistencial de España, y muestra de ello es que hay cuestiones para cuya solución se tiene en cuanta el proceder de Ingesa en Melilla y su experiencia en dichas cuestiones.

  • ¿Qué encontró en febrero de 2012 y en qué se ha mejorado?

La asistencia sanitaria en Melilla tenía importantes claroscuros o francas zonas de oscuridad, en referencia a unos resultados claramente mejorables, y en general ello respondía a la alarmante situación del Sistema Nacional de Salud (SNS) que el gobierno del Partido Popular se encontró: 16.000 millones de euros de déficit. Ante esta situación, las acciones escalonadas a acometer son perfectamente resumidas por el presidente Rajoy: ajustarse a la situación real para evitar el aumento del deterioro con presupuestos austeros, reales y ajustados a los ingresos; y reformar la normativa para corregir los errores. En esta fase hay que citar la nueva regulación en el acceso a sus prestaciones, especialmente la farmacéutica con nuevos códigos de aportación de las tarjetas sanitarias individuales y la actualización de los fármacos cubiertos por el SNS. Sin duda el actual sistema es más equitativo, justo y solidario.

Con aquel marco general, el escenario hallado en Melilla era una derivada del aquel, aunque a decir verdad el Ingesa nunca los ha tenido con la gravedad que lo padecen otros sistemas autonómicos de salud; pero sí que padecía un creciente gasto farmacéutico en especial el ligado a las recetas, datos francamente mejorables de las listas de espera tanto quirúrgicas o de acceso a consultas externas, y una falta de incentivación del personal que repercutía en unos datos de actividad en retroceso.

A este marco asistencial poco favorable, se unió la paralización total en septiembre de 2012 de la obra del nuevo hospital universitario de Melilla (HUM); ello sin duda es la cuestión que en estos dos años ha marcado la agenda y concitado los mayores esfuerzos de INGESA, tanto a nivel central como en Melilla. Se ha hablado y se hablará de esta obra pero mantengo mi opinión, apoyada en la documentación base de los hechos ocurridos y en la hemeroteca, de que el gobierno del PSOE, una buena idea como fue la de un nuevo y mejor hospital para Melilla, la convirtió por mor de los períodos electorales, en una verdadera celada jurídico-administrativa, de la que tras un enorme e intenso trabajo de Ingesa, parece que se ve su final y con ello la reanudación de la obra este año.

  • ¿Qué ha cambiado en estos dos años?
  • Afortunadamente el panorama de la asistencia sanitaria de Ingesa en Melilla ha cambiado positivamente y de forma sustancial, a partir de un incremento y recuperación de los presupuestos de Ingesa hasta los del año 2009, que se ha refleja en el aumento de las inversiones descentralizadas, que fue de 1,2 millones en 2013 y que en 2014 ascenderá hasta los 2 millones. En otros apartados se ha bajado un 25% el tiempo de espera quirúrgico (de 40 a 30 días), fruto del incremento en un 15% de la actividad de consultas externas, superando las 107.000 en 2013 y todo ello con una alta presión asistencial evidenciada en un aumento constante del número de tarjetas sanitarias o en el mayor número de partos de la historia del Comarcal. Con estos datos sólo queda felicitar a los trabajadores y al equipo de gestión de Ingesa en Melilla.

Esto se ve reflejado en el descenso continuo en estos dos años de las reclamaciones de los usuarios, sistema de reclamaciones que no ha cambiado a como se recogían antes, por lo que si antes se daban por buenos, ahora no se pueden achacar al supuesto temor o desinterés de los ciudadanos como hace una autodenominada Defensora del Paciente que no se sabe a quién representa.

  • ¿Opina que la sanidad pública en Melilla, la cartera de servicios, medios y recursos es la adecuada o sólo es 'suficiente' para atender las necesidades de esta ciudad y a población flotante extranjera que también la utiliza?
  • En mi opinión, en 2011 la cartera no llegaba a ser suficiente, y en estos dos años, se ha rebasado este listón para actualmente caminar en el sentido de logar una asistencia adecuada; esto lo dice el director territorial de un equipo que ha tenido una idea clara como norte en su trabajo diario, lograr que cada día menos melillenses deban desplazarse a centros sanitarios peninsulares con motivo de complementar la asistencia que se ofrece en Melilla. Y en ello contamos con el apoyo convencido del Delegado de Gobierno.

Sin duda la apertura del nuevo HUM supondrá llegar a ese nivel de adecuada, ya que traerá consigo nuevos servicios en la cartera propia; pero no quiero cifrar esa mejoría sólo en el nuevo hospital, y aunque soy un convencido de la sanidad pública y su magnífica calidad, ello no está reñido con las formas legalmente establecidas de colaboración con el estamento privado, es más, considero necesarias para Melilla la existencia de clínicas privadas (diagnósticas, asistenciales,..) que pueden además de dar asistencia a los colectivos no cubiertos por Ingesa, colaborar con ésta en aquellos apartados que sea beneficioso para ambas partes.

Cuestión aparte merece la población flotante extranjera que puede distorsionar las ratios de calidad de la asistencia que se presta en nuestros centros; su volumen es considerable y hay que buscar soluciones para racionalizar su asistencia, siempre desde el respeto a la legalidad vigente. En la proporcionalidad o no de los recursos sanitarios, quiero dar un dato que arrojará luz a éstas cuestiones: un 70% de los casos que acuden al Servicio de Urgencias del Hospital, no son tributarios de ser tratados en el mismo. No puedo evitar traer en este punto a mi mente, aunque su ámbito era mucho más amplio, el recuerdo de la Casa de Socorro que, en mi humilde opinión, en estos tiempos hubiera prestado unos servicios incalculables.

  • ¿Es deficitaria la Sanidad melillense? ¿Arrastra como en otras comunidades millones en pérdidas tanto por el uso de los melillenses como por los impagos de usuarios extra comunitarios caso de las parturientas marroquíes?
  • A diferencia del resto de España, la asistencia sanitaria no está transferida al ente autonómico, en este caso a la Ciudad Autónoma; el Ingesa es el ente encargado de dar la asistencia sanitaria a los melillenses -en su mayoría, ya que su cobertura roza el 80%-, y su dependencia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad es en mi opinión una garantía para mantener los parámetros de su calidad y sostenibilidad. No veo viable una sanidad transferida en Melilla, y esta reflexión se refuerza si además tenemos en cuenta dos colectivos, uno el de la población extranjera (transfronterizos e inmigrantes) que al final Ingesa debe atender, y el segundo lo es el estamento de Defensa y su componente estratégico. En definitiva, nuestro balance ingresos/gastos no se puede hacer de forma tan simple como en las otras CCAA.
  • Se tiene la visión de que las relaciones con los sindicatos no pasan por sus mejores momentos. Ellos hablan de que se despiden a enfermeros, que no se cubren bajas, que la presión asistencial es insoportable, que falta personal y que los medios son insuficientes. ¿Comparte esa visión? ¿Se atienden las demandas?
  • En la relación bilateral gerencia del Área-sindicatos, es imposible el total y permanente entendimiento, porque aunque hay objetivos compartido -me atrevo a decir que los más importantes-, otros son casi opuestos; además esa relación no está aislada en una burbuja, sino que se afecta por otras cuestiones de la sociedad civil. En este complejo escenario, hay que enmarcar estas relaciones y que este director Territorial intenta conciliar cuando se le requiere. Dicho esto, en las reclamaciones realizadas sobre jornada laboral, el director de Ingesa en su última estancia en Melilla se reunió con la Junta de Personal y tomó nota de las cuestiones que le competían para su estudio y resolución posible; de las demás el Gerente me tiene informado y, en su caso, tomaremos medidas para su corrección y/o mejora.
  • ¿Cuál es su máxima aspiración como responsable de Ingesa en Melilla?
  • En el plano institucional de mi cargo está claro, y vea que he ido mudando mis aspiraciones con el paso del tiempo no por comodidad sino por pragmatismo en la consecución de los objetivos, si bien mi mayor aspiración inicial fue presenciar la inauguración del nuevo hospital, la complejidad y envergadura de los obstáculos hallados han moderado mi aspiración a que las obras del nuevo hospital se retomen; así cuando las grúas paradas ya hace dos años vuelvan a moverse, el panorama de la ciudad no será el mismo para mí, ni para el resto de los melillenses.

En un plano más personal, tengo un objetivo, que es la reorganización de las Urgencias en Melilla, y vea que no digo solo del servicio de Urgencias del Hospital Comarcal, que sí están dentro de esa imprescindible reordenación funcional, sino que también afecta mi idea a la necesaria incardinación tanto de Urgencias de Atención Primaria como el 061 en este proyecto. Y ello lo digo convencido de que es una aspiración tanto de los usuarios como de los profesionales.

  • ¿Existe algún asunto relacionado con la sanidad pública en Melilla que, como se dice popularmente, le quite el sueño?

.Soy un convencido de la sanidad pública y de que sus trabajadores pueden hacerlo tan bien o mejor como los de la privada, y para ello se le deben dar los estímulos adecuados, incluido el mejor equipamiento posible. Esa es nuestra línea maestra de trabajo, y tras esto ocupa de forma permanente mi atención el que los valores de las profesiones sanitarias no se pierdan en su trato con los pacientes y sus familiares, esta relación debe estar presidida de forma permanente por la accesibilidad, cordialidad, mutuo respeto y comprensión de los profesionales, porque al fin y al cabo, los pacientes vienen pidiendo ayuda y/o apoyo ante un problema de lo principal: la salud.

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Redacción

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