La viceconsejera de la Mujer, Fadela Mohatar, afirmó ayer que las dos ganadoras de este año del premio Lourdes Carballa de reconocimiento a la contribución femenina a la igualdad de oportunidades, recae en "dos mujeres ejemplares, sencillas, valientes, comprometidas, únicas y de excepción" como son la hermana Mercedes Moraleda y Fatma Mohand. Las homenajeadas, arropadas por compañeros y familiares, agradecieron el reconocimiento que hicieron extensible a todas aquellas mujeres anónimas que a lo largo de la historia, se han entregado y lo siguen haciendo, con verdadera voluntad y vocación, a ayudar a los que más lo necesitan y a construir una sociedad más justa para todos. Explicó Fadela Mohatar que hace un año se homenajeó en este mismo marco del Salón Dorado a Lourdes Carballa, la primera concejal de la era democrática en Melilla, y de ahí surgió la idea de instaurar un premio con su nombre con el que "reconocer a mujeres corrientes y anónimas como otras tantas, ejemplares, admirables como tantas otras". Por ese motivo cuando se habló de candidatas vieron que la lista sería eterna, porque lo merecían cientos de mujeres anónimas, como aquellas que "en época de crisis se hacen más grande y vitales para los que las rodean, y hoy todas estas mujeres merecen nuestro reconocimiento y homenaje".
Así que el premio es "un reconocimiento generalizado a la mujer como motor de la sociedad, y queremos personalizar esta genuina aportación al mundo cotidiano en personas cotidianas, para mostrar que esas mujeres sencillas, valientes, comprometidas y únicas tienen nombre y una historia que es referente para todos". Este año se barajaron los nombres de cinco candidatas: Mª Dolores Muñoz por su lucha y tenacidad con los enfermos de cáncer; Pilar Pérez Bermúdez por su incansable labor con los enfermos renales; Elena Fernández por su trabajo de voluntariado e investigación en Mem Guimel; y Dolores Bartolomé, por su ejemplo de vida de madre y compañera comprometida del poeta melillense Miguel Fernández. De ellas dijo que son "el engranaje de la sociedad".
Pero finalmente el jurado decidió, por unanimidad, entregar el premio de forma compartida a dos mujeres "de excepción": la hermana Mercedes Moraleda, por la "impagable labor que realizan las religiosas del Monte María Cristina a favor de las personas que más lo necesitan y por la igualdad de las mujeres, y es que no se entendería Melilla sin vuestro ejemplo de solidaridad con mayúsculas"; y Fatma Mohand, "por su servicio a los demás, porque siempre la recuerdo trabajando por los demás, contagiando la solidaridad a los que dirigía; ella dejó una portante huella en ACCEM y a una digna sucesora".
Homenajeadas
Mercedes Moraleda, en su intervención recordó a la fundadora de su orden, Vicenta María, quien en el siglo XIX organizara cursos de alfabetización y de corte y confección para aquellas chicas sin cultura y víctimas propicias de engaños y abusos que llegaban del campo a la capital buscando un futuro mejor. "Ella dedicó su vida a formar y dignificar a estas mujeres, ofreciéndoles una oportunidad de trabajo. Este es el origen de nuestra opción de vida: ofrecer oportunidades a las que menos tienen para que, en palabras de Vicenta María, 'vivan bien y se salven' y sea reconocida su dignidad". Afirmó la religiosa que aún hoy en día, en la sociedad actual, no existe una igualdad efectiva, donde "mujeres dependen de padres y maridos para tomar sus decisiones, que carecen de formación básica, que por idéntica carga laboral cobran menos que los hombres, mujeres con cargas familiares que les impiden participar en espacios de formación, mujeres luchadoras que sacan adelante a sus hijos con continuos esfuerzos, y todas ellas merecen nuestro respeto y reconocimiento".
Por ese motivo indicó que es necesario que todas las instituciones y ongs sigan "cada día buscando ofrecer recursos que vayan acortando distancias, haciendo más efectiva esa igualdad porque cada día a nuestro centro acuden más de 200 mujeres que quieren formarse". Las religiosas cuentan, dijo, con el apoyo de personas, voluntarios e instituciones "que creen en nuestro proyecto y nos apoyan; a ellos nuestro agradecimiento". Con todas estas personas y con todas las mujeres quiso compartir su premio. Finalizó haciendo una llamada a que se potencie de forma real en las escuelas lo que es la coeducación, dejando patente la igualdad de género y donde "rompamos estereotipos, donde los espacios de juego sean compartidos". "La coeducación es nuestra baza para lograr una igualdad real". Agradeció a la Viceconsejería este reconocimiento a "la labor de ayuda y formación que damos a tantas mujeres, pero no es un mérito, sólo propia vocación".
Por su parte Malika Mohand, afirmó no tener palabras para mostrar su agradecimiento por este premio, pero sí que lo compartía con todas aquellas personas con las que ha trabajado en estos años y a cuantas pudo ayudar, "porque han hecho que mi vida haya sido tan feliz". "He trabajado 46 años en mi vocación de servicio a los demás". Reconoció que aunque en la sociedad se han dado importantes pasos hacia la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, "a pesar de todo, todavía se necesita luchar por los derechos, por la diferencia". Afirmó que vendrán otras muchas mujeres en el futuro que seguirán abriendo brechas y realizando nuevas conquistas para lograr esa igualdad real y efectiva que se persigue.
El vicepresidente primero, Miguel Marín, excusó al presidente Imbroda pero trasladó su "agradecimiento y felicitación" a las dos homenajeadas, "luchadoras incansables que representan un ejemplo de la lucha para lograr una Melilla mejor, trabajando por los más necesitados". Reconoció que ellas y organizaciones a las que pertenecen llegan a esos lugares donde no puede hacerlo la administración, y "gracias a ellas Melilla cada día va a mejor". Por ese motivo señaló que con la creación de este premio "se ha abierto un camino para que la sociedad melillense, de forma justa, reconozca la labor de tantas mujeres que trabajan en pro de Melilla, en beneficio de la sociedad y, de forma especial, trabajan por las familias que más lo necesitan". A las dos ganadoras, "muchas gracias por esa vocación de trabajo altruista y desinteresada, que merecen todo nuestro reconocimiento".
