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La Policía desarticula una de las redes yihadistas más activas de Europa, dirigida desde Melilla

Una operación policial de índole internacional terminó ayer con la desarticulación de una de las redes yihadistas más activas de Europa, que estaba dirigida por un belga residente en Melilla, Mustafa Maya Amaya. Este vecino de la Cañada de Hidum captaba desde Melilla activistas para tres grupos terroristas de la órbita de Al Qaeda. Maya Amaya fue uno de los detenidos en este amplio dispositivo policial, que permitió el arresto de siete miembros de la red, tres de ellos en Melilla, otros tres en Marruecos y uno en Málaga. Esta macrooperación se llevó a cabo por primera vez con la estrecha coordinación de los Servicios de Seguridad de Marruecos, y en la investigación ha colaborado el FBI estadounidense y el CNI.

La parte más sensible del operativo policial desarrollado ayer estaba en Melilla, hasta donde se desplazaron desde Madrid una veintena de efectivos policiales especializados. Entre ellos, agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), que se encargaron de las entradas, registros y detenciones, y miembros de la Comisaría General de Información, que han seguido la investigación desde que se inició en el año 2010 bajo la supervisión de la Audiencia Nacional. Todos ellos protagonizaron un fuerte despliegue de seguridad en la Cañada de Hidum durante toda la mañana, en la que el barrio estuvo blindado por la Policía. Numerosos agentes de la Jefatura Superior de Melilla apoyaron a los efectivos llegados desde Madrid, en el control de todos los accesos de la Cañada y las inmediaciones de las viviendas registradas. También participó el helicóptero policial, que durante varias horas estuvo sobrevolando el barrio, y que pudo ser visto desde otros puntos de la ciudad, dando muestras de que algo estaba ocurriendo en los barrios periféricos. Operación sin incidentes El dispositivo empezó de madrugada, cuando aún no había amanecido, lo que permitió que la Policía pillara totalmente por sorpresa a tres de sus objetivos: Mustafa Maya Amaya, el líder de la red, y dos jóvenes franceses, Paul Cadic y Farik Cheikh, también integrantes del grupo, que estaban a la espera de desplazarse a Siria. Los agentes no localizaron, en cambio, a un cuarto miembro, que está siendo buscado, de modo que la operación sigue abierta, según ha podido saber MELILLA HOY de fuentes cercanas al caso. El operativo se desarrolló durante varias horas sin ninguna incidencia, gracias entre otras cosas a la hora elegida para realizar los registros y detenciones, y también por el mal tiempo que ayer hizo, que hizo que mucha gente no saliera de casa hasta que parte del despliegue se había llevado ya a cabo. Pasado el mediodía, la Policía abandonó el barrio con el traslado de los detenidos hasta el calabozo de la Jefatura Superior. En el caso de Mustafa Maya Amaya, el desplazamiento hubo que hacerlo en ambulancia, dado que por su discapacidad necesita una silla de ruedas para moverse. Los tres estuvieron retenidos alrededor de cinco horas en las dependencias policiales, donde se adoptaron fuertes medidas de seguridad como suele ser habitual en estos casos. En torno a las seis de la tarde, la Policía los trasladó a Madrid para ponerlos a disposición judicial en la Audiencia Nacional junto con la abundante documentación que fue intervenida en los registros. Según informaron fuentes policiales, los agentes se incautaron de documentos en papel y en soporte informático mediante el volcado de los ordenadores que había en los domicilios registrados. En un video facilitado por el Ministerio del Interior, también se puede observar entre el material intervenido una pistola, que estaba en una mesa junto a las camas en las que dormían Paul Cadic y Farik Cheikh, en la que también había un ordenador portátil y textos islámicos. La red Este importante operativo ha supuesto la desarticulación de una red internacional que se dedicaba a la captación y envío de yihadistas para su integración en organizaciones terroristas asentadas en Mali y Siria. Algunos de los siete detenidos ya habían retornado tras su paso por zonas de conflicto como Siria. Interior considera al belga de nacionalidad española Mustafa Maya Amaya, que residía en La Cañada, como el principal dinamizador de esta red. A través de Internet, se encargaba personalmente de escoger a los yihadistas voluntarios, cualquiera que fuese el país de origen. Superada la fase de selección, contactaba directamente con ellos y les proporcionaba las relaciones necesarias para que pudieran llegar, a través de pasadores, a la organización terrorista de destino. Esta red disponía de ramificaciones en numerosos países tales como Marruecos, Bélgica, Francia, Túnez, Turquía, Libia, Mali, Indonesia y Siria. El Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), Jabhat Al Nusra (JN) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), todas ellas organizaciones terroristas en la órbita de Al Qaeda, han sido las principales receptoras de los voluntarios captados por esta red, cuyo destino último ha sido bien su integración plena como dirigentes y activos partícipes en atentados y ejecuciones públicas, o su fallecimiento en el transcurso de operaciones terroristas cometidas en dichas zonas en conflicto. La operación se inició en el año 2010 bajo la supervisión del titular del Juzgado Central de Instrucción número dos de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Las investigaciones tomaron un impulso definitivo cuando se detectó en el domicilio de Maya Amaya a varios yihadistas venidos de Francia, a los que había seleccionado previamente, y a quienes se disponía a preparar para su marcha a Siria de forma inminente. Ante esta circunstancia, la Policía procedió a la detención del principal responsable de la red y a los dos jóvenes franceses. Por otro lado, y en perfecta coordinación y de manera simultánea, se detuvo a tres miembros de esta misma célula asentados en Marruecos. Se trata de Tarik Ahnin, Soufian el Moumni y Mohamed Karraz. En el marco de la operación, también fue detenido en Málaga Chafik Jalel Ben Amara Elmedjeri, de nacionalidad tunecina, quien ejercía funciones o tareas en el ámbito de la falsificación documental a nivel internacional. Éste ya fue detenido el día 24 de febrero de 2006 por pertenencia a organización terrorista. En total, ayer se realizaron cuatro registros domiciliarios en las ciudades de Melilla y Málaga, donde se intervino diverso material informático y numerosa documentación pendiente de analizar. También se llevaron a cabo varios registros en distintas localidades marroquíes. Un duro golpe La operación se considera un duro golpe contra las redes de envío de yihadistas hacia organizaciones terroristas desplegadas en zonas de conflicto, algunas de las cuales son responsables de la comisión de crímenes de guerra tales como asesinatos de población civil o secuestros de periodistas y/o personal extranjero dedicado a la ayuda humanitaria. Con estas detenciones, se ha logrado neutralizar, en un mismo acto y al mismo tiempo, a varios de los actores que forman parte de la cadena delictiva, al haberse procedido a la detención del captador y dinamizador de la red, el falsificador, los encargados de logística y a propios yihadistas que se desplazarían a los países mencionados. Con la información obtenida, la Policía procederá a la solicitud de la emisión de diferentes Órdenes Internacionales de Detención contra otros miembros de la red ubicados en terceros países, y que continúan sus actividades delictivas.

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Redacción

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