Cuando aún la Cañada de Hidum estaba blindada como uno de los epicentros de la redada antiterrorista, el Gobierno de Melilla se apresuró a felicitar a la Policía Nacional porque su actuación ha permitido desarticular una célula yihadista y detener a siete de sus presuntos miembros, tres de ellos en nuestra ciudad. No obstante, también quiso aclarar que éste no es un riesgo exclusivo de Melilla, sino de todo el mundo occidental. El portavoz del Gobierno de Melilla, Daniel Conesa, reconoció que la posibilidad de que en la ciudad pueda haber grupos terroristas de este tipo “evidentemente puede resultar preocupante”, pero puntualizó que “no es un tema que sea exclusivo de Melilla” por el hecho de estar “donde está”.
Así, subrayó que no es la primera vez que grupos de esta orientación terrorista son detenidos en otros lugares de España, de modo que “este riesgo lo comparte toda España y todo el mundo occidental y hay que luchar contra él”.
También se hizo eco de las palabras del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que dijo que había una alerta de intensidad baja de que pueda haber un atentado terrorista. Conesa apuntó que “no es una alerta que haya surgido ahora, sino que existe desde hace muchos años”.
El portavoz lamentó que esa alerta no esté vinculada “a ninguna actuación concreta como puede ser la participación en una confrontación bélica, como en su día se dijo de la Guerra de Irak”.
Según dijo, esto “responde a una perversión mental de unos grupúsculos” respecto a los preceptos islámicos, que “no tienen nada que ver” porque estos grupos “pretenden llevar más allá de lo que la doctrina marca de la paz y la convivencia entre ciudadanos”.
Por último, destacó que esta actuación se haya realizado de manera conjunta con Marruecos, lo cual es “una buena noticia” y es “la senda que hay que seguir” para que entre ambos países haya una colaboración en “todos los campos posibles” y no solo en seguridad, inmigración y desarrollo económico.
