Una patera con 25 inmigrantes a bordo llegó ayer poco después del mediodía a la playa de San Lorenzo de Melilla, donde fueron interceptados por la Guardia Civil. Los subsaharianos, todos varones adultos, llegaron al litoral melillense en buen estado de salud, aunque habían sido avistados minutos antes por el Servicio de Impermeabilización Fronteriza de la Guardia Civil. Sin embargo, desatendieron la orden de alto que le dieron los agentes. Según informó ayer la Delegación del Gobierno, el patrón de la embarcación hizo caso omiso a las órdenes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), que había salido para el rescate y auxilio de los inmigrantes. Finalmente la patrulla decidió no interceptar a la patera para evitar que pudiera producirse alguna incidencia y optó por seguirla hasta la orilla.
Los inmigrantes desembarcaron en la playa con toda normalidad, ya que no salieron corriendo como suele ocurrir en este tipo de situaciones tras tomar tierra. Todos aguardaron en la arena y recibieron primeros auxilios por parte de los agentes, que también repartieron botellas de agua entre los subsaharianos mientras organizaban los traslados a la Comandancia, donde quedó detenido el patrón de la patera como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Además de la Guardia Civil, también se desplazó hasta el lugar los servicios de Cruz Roja “para asegurar una correcta atención” a los subsaharianos, así como personal de Protección Civil.
Posteriormente, los inmigrantes fueron conducidos en varios grupos hacia la Comandancia de la Guardia Civil para su identificación y posterior traslado a la Jefatura Superior de Policía, en aplicación de la vigente Ley de Extranjería. El último paso, como siempre, fue la acogida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que está al triple de su capacidad máxima.
Los inmigrantes viajaban con chalecos naranjas en una embarcación de madera de unos 6 metros de eslora y un motor de 15 caballos, que quedó intervenida por la Guardia Civil. Muchos ciudadanos que disfrutaban del buen tiempo en el paseo marítimo fueron testigos de la llegada de la séptima patera que ha entrado en Melilla en lo que va de año. En total, 147 los inmigrantes han empleado este método para entrar irregularmente a la ciudad en 2014.
