España y Marruecos celebran en Tánger dentro de nueve días una comisión mixta para impulsar el acuerdo de readmisión de inmigrantes que nuestro país firmó con el reino alauí en 1992 y que se ha aplicado en contadas ocasiones. Sin embargo, algunas de las entidades que trabajan directamente con los inmigrantes sobre el terreno piden que la contención de la presión sobre la frontera no sea el único tema a tratar en esa reunión y que también hablen ambos países sobre el respeto a los derechos humanos de los miles de extranjeros que intentan entrar de forma irregular en Ceuta y en Melilla. En declaraciones a MELILLA HOY, Esteban Velázquez, responsable de la Delegación de Migraciones de Nador del Arzobispado de Tánger, cree que es necesario que las preocupaciones de los organismos humanitarios que trabajan directamente sobre el terreno con los inmigrantes también estén sobre la mesa.
"Si me pidieran un mensaje principal para que solucionemos esto es que las preocupaciones de los que estamos en el día a día sea también llevada a las discusiones de los dos gobiernos y el único tema a tratar no sea solo la contención de los inmigrantes, sino también el respeto a sus derechos humanos", dijo el padre Esteban.
Tres peticiones
Así, hizo tres peticiones de cara a la celebración de la reunión bilateral entre ambos países. La primera, que exista un mecanismo permanente institucionalizado de diálogo entre las autoridades civiles y las ONG y otros organismos que trabajan en el terreno migratorio, ya que en estos momentos no lo hay ni en Melilla ni en Nador.
Para el padre Esteban, ambas partes están "obligadas" a emprender este "discurso paralelo" por el bien de los inmigrantes, ya que podrían poner en común los datos que tienen cada una y "como personas e instituciones civilizadas, tratar de encontrar puntos de acuerdo".
Otra de las solicitudes de Velázquez es "discutir un código humanitario ético" antes de emprender cualquier reforma legal o de protocolos. "La Ley está al servicio de la ética y no a la inversa", afirmó el responsable de la Delegación de Migraciones, parea quien es necesario establecer "los mínimos éticos que hay que respetar" antes del anunciado cambio en la Ley de Extranjería.
La última petición va encaminada a la necesidad de que haya técnicos de Derechos Humanos a ambos lados de la valla, financiados por un organismo internacional como la ONU o la Unión Europea, y que "tengan pleno derecho a estar en cualquier momento y en cualquier lugar para poder hacer informes desde el terreno" respecto a los Derechos Humanos.
Según Velázquez, "eso sería infinitamente menos costosos que todo el dinero que se está gastando la UE para la seguridad de la supervisión con sistemas cada vez más sofisticados", mientras que "solo bastaría con que hubiera tres técnicos especialistas a un lado y otros tres en el otro que puedan dar cuenta permanente de lo que allí ocurre". Además, para el padre Esteban, cuando España pide la implicación europea, además de en medios de control, "también debería hacerlo para el control del derecho humanitario".
