Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

¿Cuál es la solución?

Es necesaria una mayor implicación de la UE y que, de una vez por todas, reconozca que el papel que está desempeñando España de "portero de Europa", merece mucho más apoyo y más respeto y agradecimiento del que se nos presta.

Aunque desde hace unos cuantas semanas la difícil situación por la que atraviesa Melilla en torno a la inmigración ha conseguido atraer las miradas tanto del resto de España como, por fin, de Europa, aunque con unas desacertadas declaraciones en torno a los sucesos de Ceuta por parte de la comisaria europea de Inmigración Cecilia Malmstrom y, al menos, unas nuevas partidas presupuestarias destinadas a mejorar infraestructuras de las ciudades de Ceuta y Melilla, fue ayer cuando saltaron realmente las alarmas al saber que 500 inmigrantes de origen subsahariano, de un grupo de aproximadamente 1.100, había logrado acceder a Melilla, tras protagonizar, a las 7:55 horas de esta mañana, un salto masivo y violento por la zona conocida como Río Nano.

Un hecho que ha despertado una gran preocupación en la ciudad y que lógicamente está siendo objeto de todo tipo de reacciones y comentarios, teniendo en cuenta que se trata de la entrada más multitudinaria que se ha registrado en la historia del perímetro fronterizo melillense, ya que tan sólo con el número de inmigrantes que logró entrar en Melilla ayer se supera la capacidad total del CETI cifrada en 480 plazas cuando se inauguró en 1999, y cuya ocupación ayer se situaba en torno a las 1.900 personas.

Una jornada por tanto, la de ayer, en la que quedó patente una vez más el drama humano del colectivo de inmigrantes, que hizo preciso habilitar un centro de urgencias en el propio CETI, al no poder atender los centros de urgencias del Álvaro de Bazán y el Comarcal el número considerable de heridos por magulladuras y cortes y que también provocó recurrir al Ejército para la instalación de nuevas tiendas de campaña que permitieran alojar a los inmigrantes de nueva entrada.

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, declaraba que así no podemos continuar y que la presión migratoria requiere tomar grandes decisiones para evitar situaciones como la que se vivió en la jornada de ayer y que también provocó el envío urgente por parte del Ministerio de Interior de un total de 120 nuevos agentes entre guardias civiles y policías para reforzar la seguridad de la tristemente célebre valla.

Está claro que Melilla está registrando condiciones ya extremas y dramáticas, por lo que en la mayoría de los círculos planea la pregunta, ¿Cuál es la solución?. ¿Subir más la valla y dotarla cada vez de más obstáculos?, ¿seguir incrementando el colectivo de agentes de seguridad sin límite alguno?. Ni se pueden poner puertas al campo, ni igualar el número de policías al de inmigrantes.

Entre las medidas de tipo legal y burocrático, ayer la defensora del pueblo proponía la urgente creación de un protocolo de actuación ante la entrada de centenares de inmigrantes en situación irregular en Ceuta y Melilla para paliar el proceso "largo y laborioso" que contempla la Ley de Extranjería para estos casos. También es evidente que se puede mejorar la colaboración con Marruecos y, por supuesto, es necesaria una mayor implicación de la UE y que de una vez por todas reconozca que el papel que está desempeñando España de “portero de Europa” merece mucho más apoyo y más respeto y agradecimiento del que se nos presta. Por tanto, habrá que estudiar el tema en profundidad, porque la solución ideal, que sería la creación de puestos de trabajo en los países de origen de los inmigrantes, al día de hoy no deja de ser una total utopía. Un panorama, sin duda, difícil, pero que requiere abordar soluciones eficaces y urgentes.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€