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La Cofradía del Cautivo libera a una interna de religión cristiana en la noche del Jueves Santo

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La jornada en la que se instituyó la Eucaristía, el siempre conmovedor Jueves Santo, Melilla volvió a ser reflejo de lo que debe ser la celebración del día del amor fraterno gracias al acto de liberación de un preso que por decimocuarta ocasión desarrolló la Cofradía del Cautivo en su estación de penitencia. La beneficiaria de esta medida de gracia es una mujer de religión cristiana que cumplía una pena de seis años por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Es la tercera ocasión, desde que se reinstauró esta tradición, que la liberada es una mujer. A las cuatro y media de la tarde se producía la llamaba a las puertas de la Casa Hermandad de la Cofradía del Cautivo, para iniciar así la salida procesional del Jueves Santo de esta hermandad melillense. En las inmediaciones del Hospital Comarcal decenas de melillenses se congregaron para ser testigos del acto. La Banda de Música acompañó con el himno nacional la salida del trono, que como la quilla de un barco, desde el interior de la Casa Hermandad, entraba en una marea humana que se arremolinaba a su alrededor.

Unos veinte minutos después, la segunda llamada a la puerta para que la Virgen del Rocío abandonara el refugio de estas cuatro paredes de la casa hermandad, portada por una cohorte multicultural en la que se encontraban hombres y mujeres melillenses. Por segundo año la Cofradía no contó entre sus portadores con inmigrantes subsaharianos de religión católica acogidos en el CETI, porque no se han ofrecido. No obstante, el Cautivo, como viene haciendo desde hace tres años de forma pionera, sí ha contado con la participación voluntaria como portadores de la Virgen de un total de 21 internos del Centro Penitenciario: 15 en régimen cerrado con salida programada y 6 en tercer grado. La mayoría de los internos pertenecían al módulo de respeto, dos al de penados y cinco al de preventivos.

Abogados
Una vez en la calle, el Cristo y la Virgen iniciaron su estación de penitencia con sus varales cuajados de portadores y costaleros. Antes de arrancar, varios padres ofrecieron a sus hijos a los santos titulares para que recibieran su bendición. Una vez iniciado el difícil camino de descenso hasta la carrerea oficial, la Cofradía se dirigió al Centro Asistencial, con la misión de cruzar casi de rodillas el puente de los Alemanes, para visitar a los mayores. Allí, se ofreció una hermosa oración a los santos titulares.

Los tronos se encaminaron después hacia la Plaza de Toros donde les esperaba la junta de gobierno del Colegio de Abogados de Melilla, con su decano a la cabeza. Tal como estaba previsto, la Cofradía hizo entrega a Blas Jesús Imbroda de la reproducción del rosetón del escudo del Colegio de Abogados que lleva el palio de la Virgen del Rocío, escudo que han bordado artistas sevillanos y que desde ahora en adelante ocupará un lugar privilegiado en la nueva sede del Colegio que se construye en la calle Querol. La hermandad que comanda Gregorio Castillo quiso así agradecer al Colegio de Abogados, hermano mayor honorario, su respaldo a la cofradía que este año cumple su 65 aniversario.

Liberación
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo pudo cumplir con la tradición instaurada hace catorce años de lograr la liberación de un interno del Centro Penitenciario en Semana Santa que, por mediación de la Hermandad y por decisión del juez de Vigilancia Penitencia, accede al tercer grado y a la libertad condicional. Siguiendo la fórmula establecida desde el año 2001, la secretaria judicial dio lectura, ante los congregados en plena Avenida Juan Carlos I y la propia reo vestida de penitente, del auto de liberación.

En el preámbulo, el documento deja patente que el acto de liberación se ha convertido, tras catorce años de vida, en "una tradición consolidada". Además señala que las dos organizaciones, como son la Cofradía y el Voluntariado de Prisiones que son los que formulan la petición de liberación y que tutelan al liberado durante un año, "se constituyen en eficaces colaboradores de la Administración Penitenciaria en orden a la reinserción social del preso que cada año, con tal motivo se libere, y de lo que muy buena prueba han dado con ocasión de las liberaciones de este tipo ocurridas en años anteriores". Se destaca también que "esta extraordinaria manera de contribuir a la reinserción de un preso ha merecido tanto el respaldo de la sociedad melillenses desde sus comienzos, como el reconocimiento de la Administración", ya que en 2002 se le concedió a la Cofradía y Al voluntariado, la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario.

En esta ocasión la reo beneficiada es E.L.G., una mujer melillense de religión cristiana que fue acusada de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y condenada a la pena de seis años de prisión. La penada, sin responsabilidad civil, inició el cumplimiento de su condena, por la que estuvo 526 días preventivamente privada de libertad, el 27 de enero de 2012 y la extingue el 16 de agosto de 2016, cumpliendo las dos terceras partes de su condena el 17 de agosto de 2014. No obstante, fue clasificada en tercer grado este pasado febrero.

También se incluye en el expediente, amén del objetivo de reinserción social que recoge y propugna la Constitución Española, que el penado en cuestión se beneficiará de esta medida de excarcelación, además de estar en el tercer grado, por otros añadidos como "venir observando una intachable conducta, escasa peligrosidad social y bajo riesgo de reincidencia, carencia de responsabilidades civiles y sus circunstancias familiares". La excarcelación se hizo efectiva ayer, en este acto en plena Avenida.

El auto reconoce que "se concede, por petición de la Cofradía del Cautivo, el beneficio extraordinario de la libertad condicional adelantada al cumplimiento de las dos terceras partes de su condena, a la penada cuya excarcelación se hará efectiva el Jueves Santo, fecha en la que la Cofradía y el Voluntariado de prisiones, de forma coordinada con los servicios sociales penitenciarios comenzarán, durante el plazo de un año, a tutelar a dicha liberada, prestándole su apoyo moral, auxiliándole en sus necesidades conforme al diagnóstico de necesidades que se recoge en su informe, todo ello en la medida de sus posibilidades, y en definitiva, ayudando a dicha liberada para que se reinserte en la sociedad y en lo sucesivo pueda llevar una vida honrada en libertad".

Tras la lectura del acta de liberación, la reclusa, vestido con la túnica y el capirote de la Cofradía del Cautivo, golpeó la campana del trono. En ese momento, los portadores elevaron al cielo a Jesús Cautivo. De los ya catorce liberados hasta ahora, se cumple la proporción de siete personas de religión cristiana y siete de religión musulmana. Del total, sólo tres mujeres se han beneficiado de la medida, la primera en 2002, la segunda en 2007 y la tercera ayer.

Historia
En el año 2001 se creó la Plataforma por la liberación del preso "Jesús Cautivo de Medinaceli", que inició los pasos para retomar una iniciativa que sólo se llevó a cabo en Melilla en 1950, justo cuando procesionó el Cautivo por primera vez.

La diferencia con la Cofradía malagueña que puede solicitar el indulto gracias a una real cédula de Carlos III, es que coincidiendo también con la Semana Santa, según se fijó en el año 2001, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo puede solicitar que se adelante en unos meses el paso a la libertad condicional de algún interno del Centro Penitenciario melillense o aquel que haya sido juzgado en la ciudad. Melilla se sumó así a las pocas provincias españolas en las que coincidiendo con la Semana Santa, se materializa la concesión de la libertad de un preso.

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Redacción

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