El teatro Kursaal se vino abajo ayer entre los aplausos atronadores de los que tomaron parte en la fantástica y artística velada que las antiguas alumnas de Pilar Muñoz organizaron en un homenaje más que merecido a la que ha sido profesora y educadora de varias generaciones de melillenses. La noche, perlada de sorpresas y mucho, mucho arte, sirvió para demostrar el magnífico y orgulloso legado que ha dejado esta mujer enamorada de su tierra. La entrada de Pilar Muñoz en el teatro Kursaal, recibida por los aplausos del público puesto en pie, vino a marcar al inicio de lo que esta noche de homenaje depararía en cuanto a sentimientos a flor de piel, arte y mucho cariño, el de todas sus niñas, las antiguas alumnas, como el de las decenas de melillenses congregados en este más que merecido reconocimiento a esta profesora de varias generaciones de melillenses. Pilar Muñoz no pudo contener las lágrimas de emoción y agradecimiento, y a lo largo de la noche apenas si tuvo tiempo de guardar el pañuelo embargada por la alegría de sentirse tan querida.
El espectáculo, presentado por la compañera de Televisión Melilla María José Ramírez, arrancó con la proyección de un video con la última actuación de la propia homenajeada. De Pilar Muñoz se dijo que fue la fundadora de un ballet, el de las Cuatro Culturas, que se convirtió en una marca de Melilla y que llevó el nombre de esta tierra mucho más allá de sus fronteras.
Poco imaginaba aquella niña melillense llamada Pilar que comenzaba a bailar a los 9 años, que años después, con mucho tesón y esfuerzo, se sacaría por libre el título para poder ser profesora de danza, y que desde entonces formaría a miles de niñas melillenses, niñas que hoy en día, adultas y madres incluso, le dedicarían el sentido homenaje de anoche. Pilar Muñoz llegó a impartir clases hasta en diez centros escolares a la vez, y también en el Lope de Vega de Nador. Después creó su academia y con los años llegó a ser directora de la Escuela Municipal de Música y Danza. Decir Pilar Muñoz es hablar de danza, de música, de flamenco, de arte, de Melilla, según quedó de manifiesto anoche. A lo largo del espectáculo no sólo se sucedieron los bailes, sino también las sorpresas, entre ellas, la actuación del tenor Sebastián Alarcón, y de dos sobrinas de la homenajeada. Al finalizar la velada, el presidente Imbroda le hizo entrega de una placa con una reproducción con el cartel elaborado para este homenaje. El consejero Miranda y el viceconsejero Francisco Díaz, le entregaron un ramo de flores y una estatuilla de unos bailarines. Sus niñas, hasta una tarta. Pilar Muñoz, visiblemente emocionada, dijo no tener palabras para agradecer todo el esfuerzo y el trabajo de cuantos han tomado parte en este espectáculo que tenía por objeto homenajearla. Se le quebró la voz y desde el público se elevó la de un espectador que resumió lo que todos los asistentes a esta noche querían transmitirle: “Pilar, Melilla te quiere”.
