La asociación de diabéticos de Melilla, Adimel, anima a los enfermos melillenses y a sus familias a que acudan a la sede situada frente al Colegio Eduardo Morillas, porque allí encontrarán tanto apoyo psicológico como orientación. Para ello cuentan con distintos grupos de trabajo que han diseñado distintos talleres formativos dirigidos a padres, niños y adultos. La nueva directiva anuncia que llevará a cabo tanto una campaña de captación de socios como otra de difusión de la labor que se lleva a cabo en la entidad de ayuda a los pacientes diabéticos. Pilar Avellaneda y Drifa Mohamedi, presidenta y vicepresidenta de la nueva directiva de la Asociación de Diabéticos de Melilla (Adimel), se entrevistaron ayer con el presidente Imbroda al que arrancaron el compromiso de que les ayudaría "en bastantes cosas", desde el campamento de verano de los niños diabéticos, a la compra de mobiliario "que hace mucha falta" y por lo demás, "para sacar adelante a la asociación y empezar a trabajar pronto".
La nueva directiva ha creado varios grupos de trabajo que se encargan de la organización de distintos talleres enfocados a distintos colectivos. Así, están los dirigidos a los niños, el de los adolescentes, el de los padres para que aprendan cuestiones como "aprender a contar las raciones de alimentos que pueden tomar sus hijos", y también los enfocados a los adultos diabéticos. No en vano, la entidad cuenta con 13 niños diabéticos, aunque saben que hay otros 47 diagnosticados y otros niños de Marruecos o sin seguridad social a los que animan a acudir para recibir asesoramiento. Pero también la asociación está abierta para ayudar y guiar a los enfermos diabéticos adultos. Adimel organiza sus talleres de lunes a viernes en horario de 6 a 7 de la tarde, y los miércoles es el dirigido a los niños de corta edad.
Pero además la entidad quiere hacer una importante campaña de captación de socios y de difusión de la labor que se realiza en Adimel: "Ahora somos 33 socios y hay otros muchos que tenemos que llamar y recuperar porque el último año se alejaron, incluso dejaron de pagar las cuotas, porque Joaquín Rosa estuvo enfermo y no pudo dedicarle mucho tiempo a la asociación". "Animamos a todos los diabéticos de Melilla a que se acerquen a la asociación, porque estamos para ayudarles en todo lo que esté en nuestras manos. Al margen de la cuota, en la asociación damos apoyo psicológico, algo muy importante tanto para el diabético como para los padres que se enfrentan a la enfermedad en sus hijos. Damos apoyo psicológico y orientación", apuntaron.
