La Comunidad Musulmana de Melilla, una de las cuatro entidades que conforman la Comisión Islámica de Melilla (CIM), acusó ayer a los responsables de esta federación de haber reelegido a su presidente, Dris Mohamed Amar, fuera de la legalidad y sin respetar los estatutos. El vicepresidente de la Comunidad Musulmana de Melilla, Abdeluahab Mehamed, explicó que Dris Mohamed ha sido elegido para liderar la CIM durante el periodo 2014-2018 “con un refrendo que suplanta el carácter de elecciones que propugnan los estatutos de la CIM”. Mehamed aclaró que dichos estatutos no recogen “de ninguna manera” la realidad del refrendo, ya que la CIM no estaba consultando a sus miembros para ratificar algo, sino que se trataba de la elección de candidatos, lo que hacía necesario convocar elecciones y crear una serie de órganos rectores para fiscalizarlas.
Por ello, aseguró que el candidato que se sitúa en un refrendo para presidir la CIM “no está avalado por la legalidad”, algo que ya comunicó la Comunidad Musulmana el 25 de marzo de este año en una carta al presidente saliente de la CIM instándole a que anulara la convocatoria del refrendo para convocar en tiempo y forma “unas verdaderas elecciones libres”.
Mehamed lamentó que no recibieron respuesta ni a este escrito ni a ninguno de los dos anteriores que también envió la Comunidad Musulmana a Dris Mohamed en 2010 y 2011 para retirarle su apoyo, al considerar que estaba incumpliendo los estatutos y llevando a cabo una “mala gestión”.
También señaló como responsables de la situación a dos de las cuatro entidades que conforman la CIM, concretamente la Asociación Islámica Badr y el Consejo Religioso Musulmán de Melilla, a las que acusó de haberse convertido “en ariete y cantera política de CPM”.
“Está claro que con esa actitud, estas dos entidades se han entregado al servilismo político baldío”, dijo Mehamed, en cuya opinión eso supone una “traición” a los objetivos religiosos de la CIM. Según dijo, las hemerotecas de los últimos cuatro años demuestran sus palabras dado “el elevado grado de conflicto social que han generado tres de sus incursiones políticas y apoyos en este sentido”. “También podemos descubrir la actitud arrogante que tienen como norma de conducta dentro y fuera de la CIM, que es impropia de entidades religiosas”, agregó el vicepresidente de la Comunidad Musulmana, que acusó a Badr y al Consejo Religioso de “usurpar la CIM como federación” que debería estar comprometida con el desarrollo de las personas.
En este sentido, se preguntó qué ha hecho la CIM desde que Dris Mohamed Amar fue elegido presidente en 2010 para ayudar a familias musulmanas con extrema necesidad, ayudar a las necesidades cotidianas de las mezquitas que no pueden correr con los gastos diarios de mantenimiento o para dar asistencia religiosa a internos penitenciarios, entre otras muchas labores sociales y necesidades del colectivo musulmán.
“No sienten nada por nada que no vaya a favor del interés político que persiguen, y si es necesario se disfrazan de fieles fervorosos”, lamentó Mehamed, que avanzó que la Comunidad Musulmana va a llevar a cabo un Plan de Acción 2014-2015 en dos direcciones para dar respuesta al incumplimiento de los objetivos y estatutos de la CIM. En definitiva, lo que pretende esta entidad es tomar una serie de medidas y acciones “para restablecer el orden y la defensa de la legalidad estatutaria”.
