Tres han sido los motivos que han motivado la visita a Melilla de monseñor Jesús Catalá, obispo de Málaga y Melilla: la llegada de la talla de la Inmaculada Niña, entrevistarse con los alumnos de la escuela de teología, y finalmente visitar el CETI. En el tema de la inmigración, dejó de manifiesto que "las parroquias de Melilla hacen una gran labor de acogida con los inmigrantes que no se ve, pero es bueno que se sepa". Manifestó que la iglesia les ayuda ya sea facilitando que puedan contactar con sus familias, como también en el plano espiritual. Aseguró el obispo de Málaga y Melilla que "la Iglesia lleva trabajando desde siempre con la inmigración". De hecho dijo que existe en Málaga una Delegación Diocesana con un equipo de voluntarios que trabaja con estos colectivos. Añadió que hay parroquias que "acogen a inmigrantes que celebran su fe en su propio idioma, e incluso tenemos pisos de acogida". Esta labor no es novedosa y se realiza desde hace mucho antes que se produjeran los saltos en la vallas de Melilla y Ceuta, según dijo.
Inmigrantes
Por ese motivo ayer volvió a visitar el CETI para poder hablar con los inmigrantes y conocer sus necesidades. Reconoció que la última vez que estuvo en el centro apenas si había 500 residentes, cifra que se ha triplicado en los últimos meses. Indicó que a estas personas que llegan huyendo de la miseria y la guerra, "les ofrecemos lo que podemos".
Como ejemplo recordó que desde hace años Cáritas Interparroquial en Melilla ofrece a los inmigrantes la oportunidad de utilizar Internet, tanto para contactar con familiares y amigos en casa y el resto del mundo, como para que "puedan buscar trabajo o fórmulas de integración en nuevos países" hacia los que quieren encaminarse. En este sentido dijo que los inmigrantes africanos de lengua francesa se interesan por "posibles trabajos en Francia", o el Reino Unido y el resto de países angloparlantes en el caso de los de lengua inglesa.
Además de esta ayuda técnica, la Iglesia también busca atender la dimensión espiritual de los inmigrantes. Así por ejemplo a la parroquia de Santa María Micaela cada domingo acude una treintena de inmigrantes francófonos de religión católica a oír misa y a San Francisco Javier los de lengua inglesa. "Las parroquias de Melilla hacen una gran labor de acogida con los inmigrantes que no se ve, pero es bueno que se sepa", apostilló monseñor. Reiteró que se les presta esta atención porque "el que viene es también un hermano nuestro y le damos lo que podemos". Precisamente por ese motivo ayer también se reunió Jesús Catalá con el delegado del Gobierno, "para ver cómo podemos colaborar mejor porque hay predisposición". "Queremos que se sepa que la Iglesia se preocupa de estas personas y de todos los que necesitan de nuestra ayuda, aunque dentro de nuestras posibilidades porque la Iglesia -indicó- no es el Estado y no tiene la solución en sus manos. Quien tiene que resolver los problemas de la inmigración son los estados".
Visita
Por otra parte calificó monseñor de "acontecimiento histórico" el que la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña acogiera en Melilla durante unos días la imagen original de la Divina Infantita, la misma con la que se creara su orden en México hace más de cien años. La imagen llega a una ciudad donde en 1923 se creaba el primer hogar de estas religiosas y que actualmente, tan sólo en Melilla, acoge a una treintena de niñas menores de edad sin hogar procedentes en su mayoría de Marruecos. En el hogar estas niñas reciben no sólo formación y educación, sino el cariño de las hermanas. "Es una gran tarea la que realizan". Jesús Catalá afirmó que la venida de la imagen es sin duda un motivo de alegría y dijo sorprenderle su pequeño tamaño, el de apenas unos 23 centímetros. La imagen visita el hogar de las religiosas de la Divina Infantita a las que hay que "agradecer su presencia y labor hermosa".
Además monseñor aprovechó su estancia en Melilla para reunirse con el grupo de alumnos de la Escuela de Teología que cursa en la ciudad el primer curso. "Me he reunido con ellos, con personas que se están formando a nivel de fe para profundizar y vivir más su compromiso como cristianos, y me han comentado que están contentos". Igualmente el obispo se reunió con integrantes del voluntariado cristiano de la ciudad, personas que desarrollan su labor en organizaciones de la Iglesia como Cáritas o Manos Unidas, así como los sacerdotes para hablar de la gestión interna de las parroquias.
Educación
Por último y a preguntas de los periodistas, monseñor se reafirmó en lo acordado en la reunión de los Obispos del Sur en cuanto a la asignatura de Religión en las Escuelas. Afirmó que auque por los tratados internacionales esta enseñanza debería gozar del mismo estatus que el resto de "materias importantes", la nueva Ley de Educación la convierte en asignatura opcional, algo que empezará a aplicarse así a partir del próximo curso en Melilla y Ceuta, por depender directamente del Ministerio de Educación.
La consecuencia más directa es que las horas actuales de religión "se van a reducir al 50%, algo que va en perjuicio de los padres que cada año piden, en un 90%, la clase de religión para sus hijos, por lo que hay interés". Esta reducción de horas se suma a otras situaciones que ya vienen dándose en las aulas de los centros públicos y es que se da el caso de que se contrata a profesores de religión islámica o judía para aulas con dos o tres niños que profesan estas religiones pero en el caso de la católica, a veces ni se contrata si se considera que no hay niños suficientes para ello.
"No solo no estamos en igualdad de condiciones, sino que estamos en inferioridad frente a otras religiones. Esto nos preocupa a los obispos que pensamos que los padres tienen derecho a educar a sus hijos según sus convicciones y que los gobiernos tienen que hacer que esto que de en una praxis eficaz", concluyó.
