El PP consideraba cada vez más factible alcanzar un pacto de gobierno en la Asamblea de la Ciudad junto al PSOE, CPM y la UPM, después de recibir la autorización de la Ejecutiva Nacional del Partido. Según el PP, el objetivo de este acuerdo no era otro que el de impedir la entrada en el gobierno de partidos como el GIL y el PIM de Enrique Palacios, que habían surgido aprovechándose del desencanto de los melillenses pero que "no son capaces de dar estabilidad a la ciudad". Entre tanto el PSDM presentaba una impugnación para que se repitieran las elecciones autonómicas en Melilla.
El diario incluía un reportaje que demostraba que inmigrantes subsaharianos llegados a Melilla a comienzos de la década se habían afincado en la ciudad y creado su propia familia junto a otro melillense.