La plataforma autonómica de Ceuta en la que se incluían los partidos con mayor implantación en dicha ciudad había rechazado el Estatuto de Autonomía pactado por PP y PSOE y logró que se aplazara al menos hasta septiembre, el Pleno municipal previsto para ratificarlo y resolvió exigir la convocatoria de un referéndum mediante el cuál los ceutíes pudieran decidir cuál debía de ser el régimen futuro de autogobierno.
En ese año 193 alumnos iban a poder acceder a los estudios universitarios tras pasar positivamente el examen de selectividad. En concreto, la prueba la había superado el 93% de los presentados, dejando fuera de juego a la espera de la convocatoria de septiembre a trece alumnos, para los que los nervios no habían acabado.