Había comenzado la última fase del proyecto de reforma que el Ayuntamiento a través de los servicios de Ingeniería dirigidos por Javier González, desarrollaba en la calle general O´Donnell y sus transversales. Las características de la zona habían obligado a la empresa Estrada a realizar los trabajos manualmente, por lo que la obra había experimentado cierto retraso y sufriría un lógico encarecimiento. Javier González justificó la imposibilidad de intervención de determinadas maquinarias en base a las canalizaciones de la zona y los numerosos comercios establecidos en el lugar.
El empresario melillense Miguel Angel Hernández había encargado a Paco Rubio la ornamentación de las lunas de la colección de sus coches antiguos ya que los iba a exponer en el Parque Hernández.