Los equipos de rescate de los inmigrantes que llegan a las costas españolas ya han empezado a protegerse del ébola. Así se ha podido comprobar este fin de semana cuando efectivos de Salvamento Marítimo y de Cruz Roja socorrieron a diecinueve inmigrantes de origen subsahariano, cuya patera se estaba hundiendo a unas sesenta millas de Motril, en la costa granadina. Mientras los equipos rescate en la Península disponen del equipamiento adecuado, a Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado «la desprotección» de los agentes destinados en Melilla tanto en medios material como en información en materia de prevención del contagio. Entre ellos, había tres niños de corta edad y seis mujeres, al menos tres embarazadas. Los efectivos que salieron a su rescate y los condujeron a puerto vestían buzos de trabajo especiales, así como mascarillas y guantes para protegerse de un contagio en el supuesto de que alguno de los extranjeros tuviera la enfermedad.
“Desprotección” en Melilla
Mientras los equipos rescate en la Península disponen del equipamiento adecuado, a Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado «la desprotección» de los agentes destinados en Melilla tanto en medios material como en información en materia de prevención del contagio. En el mismo sentido, la Unión de Guardias Civiles censuró, hace unos días, la falta de medios de las unidades que trabajan en el sur de Senegal, cuya labor es impedir la entrada de cayucos procedentes de África en territorio español, para evitar contagiarse con el virus del Ébola.
