Una patera con 21 personas de origen subsahariano a bordo fue interceptada ayer sábado por la Guardia Civil cuando se dirigía desde la cercana costa marroquí hasta Melilla. La embarcación impulsada a motor fue avistada sobre las 11,00 horas por el control de fronteras del Instituto Armado y a raíz de ello se activó el dispositivo para interceptar la patera y hacerles desistir de su intento de llegar al puerto de Melilla. "Se interceptó la embarcación antes de que consiguiera adentrarse en la costa melillense y tras comprobar el estado de los inmigrantes se activó el protocolo establecido para que se hiciera cargo de la misma la gendarmería marroquí" señaló la Delegación. Algunos de los inmigrantes mantuvieron una actitud violenta, llegando a agredir a un guardia civil con un remo, resultando herido leve en la mano, han indicado dichas fuentes oficiales. Dos embarcaciones del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) abordaron la barca de los inmigrantes y dieron aviso a las fuerzas policiales marroquíes, que se presentaron con su propia embarcación. Tras una inicial resistencia de los subsaharianos, sobre las 12,30 horas la embarcación de la Gendarmería marroquí, apoyada por los GEAS de Melilla, trasladó la patera al puerto de Beni-Enzar (Marruecos), abortando de este modo el intento de entrada ilegal en territorio español.
La embarcación estaba ocupada por un total de 21 personas, de las que 8 eran mujeres. La última patera que ha llegado con éxito a Melilla tuvo el pasado 3 de junio con 24 inmigrantes a bordo. Entre ellos había cuatro mujeres, la mitad embarazadas, y una niña de apenas cinco o seis años. Tras descender de la embarcación en la playa de Horcas Coloradas, todos ellos alcanzaron por sus propios medios a la orilla.
