Los vecinos del Mirador dicen que al margen de la suciedad que se acumula entre la arboleda de eucaliptos colindante se producen a veces asentamientos de individuos no precisamente recomendables. Como cada verano, algún melillense denuncia la situación en la que se encuentran los vecinos del Mirador con respecto a la peligrosidad que conlleva el estado de los eucaliptos que hay ante el inmueble. Un peligro que se acentúa especialmente cuando se produce alguna tormenta de verano, rachas fuertes de viento y otras condiciones climatológicas adversas. Los vecinos del edificio Mirador cada año solicitan que poden los grandes eucaliptos que se sitúan en la ladera que se extiende desde delante del edificio hasta prácticamente el barrio del Tesorillo. Los árboles de gran altura atraen todo tipo de insectos por lo que los residentes en la zona colindante están ya casi acostumbrados a convivir durante la época estival con grandes colonias de mosquitos, además de los cúmulos de restos orgánicos en estado de descomposición y algunos veces algún que otro tipo de reptil. Pero, al parecer, lo peor es que en el lugar se asientan, entre la arboleda, ciertos individuos que llegan inclusos a instalar sus propios campamentos con unos materiales no exentos de peligro de arder, por lo que solicitan un mayor control policial.
