La directora territorial del Imserso, Isabel Quesada, confirmó a Melilla Hoy que la Unidad de Dependencia del Centro Base se trasladará en 2015 al nuevo Centro de Grandes Dependientes de la calle Polavieja. El edificio en cuestión está siendo sometido a obras de refuerzo de las plantas superiores; unos trabajos que permitirán que a finales del primer trimestre del próximo año el centro pueda abrir sus puertas. En principio, según la directora territorial del Instituto de Mayores, Isabel Quesada, el Centro de Grandes Dependientes ofrecerá atención ambulatoria y que la parte residencial se abrirá más adelante, en una segunda fase aún sin concretar. Indicó la directora provincial del Imserso, Isabel Quesada, que hace algo más de un mes se iniciaron las obras de acondicionamiento de las plantas superiores del futuro centro de grandes dependientes en la antigua residencia de mayores de la calle Polavieja. Antes de comenzar los trabajos de reparación, se retiró todo el mobiliario existente, tanto el que se va a aprovechar en otras dependencias, como el desechado por su mal estado. A partir de ese momento y tras la retirada también de escombros, "lo que se viene ejecutando desde julio son labores de refuerzo de los techos, del forjado de las plantas tercera y cuarta".
Centro
Si las obras han empezado con un pequeño retraso fue porque "hubo que reforzar el montacargas para el transporte de materiales". Las previsiones de Quesada apuntan a que los trabajos de refuerzo habrán concluido para el mes de noviembre. El gasto previsto es de 200.000 euros. Lo que sí se ha logrado ya es hacer desaparecer el riesgo de desplome que se ceñía sobre estas plantas superiores, como por ejemplo el forjado superior donde se sitúa toda la maquinaria para la climatización del edificio en su conjunto.
Mientras se acometen estos trabajos desde la Dirección Provincial del Imserso "se están siguiendo todos los pasos encaminados a la apertura del centro de grandes dependientes". Así, se estudia el tipo de servicio a prestar, el modelo de gestión o el mobiliario que precisará. "Ya tenemos solicitado el mobiliario, así como el tema de informática y telefonía, y es que la apertura de un nuevo centro no es una cosa fácil, por lo que no hemos bajado la guardia", afirmó.
De cumplirse los plazos marcados por Imserso, el Centro de Grandes Dependientes abrirá a finales del primer trimestre del próximo año. "No abriremos en principio la parte residencial, sino la ambulatoria, como sería el centro de estancias diurnas con 28 plazas para personas con discapacidad física y personas con dependencias de entre 16 y 60 años. Allí ofreceremos tanto tratamientos ambulatorios, como información sobre los recursos existentes en el mercado. Sería una atención polivalente", explicó.
La segunda fase, en este plan de apertura escalonada del centro, sería la parte residencial aunque para ello "habrá que esperar aún, porque de momento no está contemplada". Lo que sí está previsto es que se traslade a estas nuevas instalaciones la Unidad de Dependencia de la Dirección Territorial del Imserso. "La Unidad cuenta con su propio equipo, dispone de médicos, psicólogos, trabajadores sociales, personal administrativo y valoradores de dependencia entre otros, es decir, que tiene un plantel importante, que se trasladará el año que viene a esta nueva ubicación", anunció Quesada.
Dependencia
Precisamente en relación a la Ley de Dependencia, al Sistema de Autonomía Personal y Atención de la Dependencia, señaló la directora territorial del Imserso que en Melilla no existen problemas de ningún tipo en este sentido. Según dijo, desde el arranque efectivo de la Ley de Dependencia en 2007 se han contabilizado 3.800 solicitudes y se han valorado más de 3.360 expedientes. Del total, actualmente 2.470 tienen el reconocimiento de personas dependientes de grado uno, dos, tres y sin grado, que son los que no podrán beneficiarse de las ventajas de la Ley.
"En estos momentos atendemos a las personas con discapacidad de grado dos y tres, es decir, personas con discapacidad severa y gran dependencia, que suman unos 1.250. Los de grado uno empezarán a recibir las prestaciones y servicios que les contempla la ley a partir de junio del año próximo, que es cuando termina de aplicarse la ley en toda su extensión", aclaró. Según Quesada los de grado uno serán beneficiarios, presumiblemente, del programa de ayuda a domicilio, un servicio además que se reforzará en noviembre con fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales para la promoción de la autonomía personal.
Explicó que las personas valoradas, en función de su grado de dependencia y en base a su programa individual de atención, tienen opción a elegir entre los diversos recursos del catálogo de servicios sociales que les oferta la administración, como pueden ser plazas residenciales, el servicio de ayuda a domicilio y teleasistencia o bien una prestación económica por el cuidador no profesional no reconocido.
En el programa de ayuda a domicilio y teleasistencia para personas dependientes, se atiende casi a 300 personas y supone un gasto de 1,5 millones. Aquellas personas que no pueden acceder a este servicio pueden recibir una prestación para contratarlo de forma externa. La cuantía destinada a los dependientes con cuidadores asciende a algo más de 2,3 millones de euros al año. Quesada dejó patente que en la resolución de los expedientes, la media de espera en Melilla es de tres meses, a pesar de que por ley puede llegar hasta los seis.
