Con motivo del inicio de curso en Melilla, los centros escolares recomiendan a los padres que presten atención a la posible aparición de piojos para intentar frenar un posible contagio. En el mercado existen distintos productos que utilizar para ayudar a la desaparición de los temidos piojos y las liendres, y de hecho casi siempre vienen acompañados de lendreras preparadas para arrastrar del cuero cabelludo los molestos parásitos. La pediculosis, la aparición de los temidos piojos no distinguen estrato social ni hábitos de higiene, aunque sí tienen cierta preferencia por la época invernal donde el abrigo y la concentración de personas favorecen el contagio, aunque en verano también pueden darse. La pediculosis es un proceso "leve y sin graves repercusiones sobre la salud, ya que no trasmite enfermedades", según fuentes autorizadas. Sin embargo es cada vez más frecuente y difícil de tratar debido al "mal uso" que se ha realizado de los insecticidas clásicos. Se cree que la edad de máxima afectación de la pediculosis está entre los 3 y los 10 años, de ahí que las recomendaciones se centren en este tramo de edad.
Los piojos no aparecen porque el niño no se lava adecuadamente la cabeza y sí por contagio de una cabeza infestada a otra sana mediante el desplazamiento rápido. Asimismo, también se contagian por compartir determinados objetos (peines, cepillos, ropa, pinzas, gorros, etc.). Se puede prevenir si analizamos regularmente la cabeza de los pequeños. La señal inequívoca del contagio es el picor en la cabeza.
Una vez producido el contagio, el cuidado más importante a seguir es evitar el contacto de la cabeza de los niños. Luego, debemos inspeccionar detenidamente prendas de ropa, toallas, gorros, etc. A ser posible, deberemos lavar la ropa del niño infectado en altas temperaturas y, del mismo modo, cerraremos herméticamente en una bolsa juguetes y peluches del niño infestado durante 48 horas a fin de que los piojos mueran por asfixia. En cuanto a peines, horquillas, cepillos, etc. debemos sumergirlos en agua hirviendo.
No hay razón para que el niño no acuda al colegio. Es más, una vez realizado el tratamiento, puede ir sin ningún problema. En todo caso, es recomendable avisar al colegio para que desde allí se tomen las medidas oportunas para evitar mayores contagios.
Por lo general el tratamiento contra los piojos consiste en la aplicación de una loción con gorro puesto, el lavado del pelo con un champú especial y, por último, el aclarado del pelo. Tras dejar secar el pelo, sin secador, utilizaremos una lendrera para retirar piojos muertos y liendres. Se aconseja repetir el tratamiento. Si los piojos vuelven es porque el tratamiento no ha sido seguido al pie de la letra o por la propia predisposición de algunos niños a tener piojos dada su composición sanguínea. Esto se puede comparar con la obcecación de algunos mosquitos por unas personas y no por otras.
