Mariano Salgado, el que fuera director del Orfeón Melillense Padre Victoria y profesor de música, fallecía ayer en la ciudad, vistiendo de luto el mundo de la cultura local. Hoy, a las cinco de la tarde, se llevarán a cabo sus exequias en el Cementerio de la Purísima Concepción. Mariano Salgado dice adiós a su tierra, pero su legado, el amor a la música que supo transmitir a sus cientos de alumnos a lo largo de sus años de docencia, seguirá siempre vivo. Descanse en paz. El pasado mes de junio la Consejería de Cultura homenajeaba en un emotivo espectáculo musical al insigne Mariano Salgado en agradecimiento por su apuesta firme y enérgica por potenciar durante años el mundo de la cultura en su tierra y, en especial, su entrega a la música, de la que siempre se declaró un enamorado, una devoción que en cualquier caso nunca llegó a alcanzar la que ha sido durante toda su vida su auténtica vocación: su esposa, Chelo San Martín, y sus hijos.
Este músico inquieto se puso en 1981 al frente del Orfeón Melillense Padre Victoria que fundara en 1957 Lirio Palomar Fauber, logrando revitalizarlo y llevarlo a nuevas cuotas de éxito. De hecho la formación coral melillense está en posesión de numerosos premios y galardones pero uno de los recuerdos más emotivos fue un encuentro en 1995 cuando sus componentes fueron recibidos por el Papa tras participar en un certamen en Roma. El Orfeón ha interpretado más de 410 conciertos y en el año 2009, Salgado creó el Coro de Voces del Orfeón Padre Victoria.
El Orfeón ha realizado diversas grabaciones: en 1986 grabó un LP bajo el nombre "Melilla, gaviota dorada"; en 1993 editó un cassette oficial; en 1996 grabó un disco compacto en conmemoración del V Centenario de Melilla y en 2001 otro titulado "Nuevas Voces ". Las actuaciones mixtas las ha realizado con varias bandas de Melilla y la Banda Sinfónica de la Guardia Real de la Casa de S.M. el Rey.
En 1995, en los Oficios del Domingo de Ramos de la Catedral de Toledo, a petición de Marcelo González Martín, cantó la Santa Misa con acompañamiento organístico a cargo de Bouchra Ben Yelun.
Mariano
Mariano Salgado fallecía ayer llenando de dolor el corazón de cuantos lo conocieron, pero de forma especial a sus seres más queridos. Durante todo el día de ayer autoridades locales y melillenses en general acudieron al tanatorio a mostrar sus condolencias a la familia y sus respetos al querido maestro, el mismo al que ayer se homenajeaba en el Día de Melilla con la interpretación del bello himno que compusiera hace unos años y dedicara a la tierra de su infancia y madurez: "Melilla, gaviota dorada".
La consejera de Cultura, Simi Chocrón, afirmaba ayer en declaraciones a este Diario que "hemos perdido a una gran persona, un magnífico profesional y a una persona muy implicada siempre con el mundo de la cultura, como dejamos de manifiesto en el homenaje de junio". "Tenemos que darle las gracias a su buen hacer, e implicación con la cultura en general. Dentro de su profesión como profesor, ha llegado al corazón de todos los estudiantes y sin duda hemos perdido a un gran artista en el mundo de la cultura de Melilla. Que descanse en paz y doy todo mi cariño a su mujer, a sus hijos, a nuestra compañera Carmina San Martín y a todos los familiares y amigos en general", dijo.
