El Día de Melilla no estuvo ayer ajeno a la polémica que ha provocado estos días la imputación del coronel de la Guardia Civil en la ciudad, Ambrosio Martín Villaseñor, por las devoluciones en caliente de inmigrantes en la valla. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, se levantó en su defensa en el acto institucional del 17 de septiembre, en el que dejó claro que “los rechazos en frontera se han producido siempre”. Además, expresó su apoyo a la Guardia Civil, que los melillenses que asistieron secundaron con el aplauso más fuerte de la noche. “Aquí pido rigor y sentido de Estado a los que deben tenerlo”, añadió Imbroda sin aludir a nadie en concreto, pero mostrando de manera contundente su apoyo a la Guardia Civil en la salvaguarda del perímetro fronterizo, tanto en la valla como en el mar. Allí, recordó que los agentes son muchas veces víctimas de agresiones, y protagonizan “hechos de sensibilidad y auxilio humanitario” en los que a veces “arriesgan sus vidas para salvar inmigrantes”.
En su discurso, Imbroda lamentó el “daño” que hacen a Melilla las imágenes “dramáticas” de inmigrantes “intentando violentar la ya famosa valla”, algo por lo que la ciudad ha sido noticia “reiteradamente a nivel mundial”. Pero también llamó la atención respecto a otra de las consecuencias que para Melilla tiene la inmigración clandestina, y es el “alto riesgo de potenciales conflictos” que vivió durante los días en que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) estuvo desbordado al cuádruple de su capacidad, con una “gran masificación de personas de distintas etnias y culturas” que se empezó a solucionar con una “rápida evacuación” hacia la península.
Implicación de Europa
El presidente melillense no dejó pasar la oportunidad para reiterar en el discurso más importante del año que la valla no es de Melilla, sino de la Unión Europea, y por ello todos los países miembros tienen que implicarse de una vez por todas en este problema diseñando una política migratoria común, dando una solución en el origen del problema y dando más medios en las fronteras exteriores. En este sentido, anunció que Melilla y la ciudad francesa de Calais organizarán próximamente una conferencia para “hacer valer con fuerza” los intereses de las dos ciudades autónomas.
Además, reveló que el Gobierno español está estudiando adaptar la Ley de Extranjería a “estas nuevas necesidades” que se viven en Melilla, algo que consideró “imperioso” por el problema de la inmigración irregular que se está viviendo en la valla fronteriza. Un problema en el que Imbroda nuevamente tuvo palabras de elogio para Marruecos, “nuestro gran vecino y aliado”, por su colaboración “decidida” pese a que también sufre el problema de cerca al convertirse en país receptor de inmigrantes, dejando de ser únicamente de tránsito.
“Marruecos debe actuar en su lado de la frontera para que sea ágil y moderna”
Durante su intervención, además de expresar su apoyo a la Guardia Civil, Imbroda también hizo lo propio con la Policía Nacional en la frontera con Marruecos. Un lugar donde destacó “el enorme mérito que tienen” los agentes con el trabajo que allí hacen, donde están sometidos a una “tremenda presión”, pese a lo cual prestan un “excelente servicio”.
El presidente subrayó la importancia de que los pasos fronterizos funcionen bien para que las relaciones entre Melilla y Marruecos crezcan en beneficio de todos, y recordó que España ya ha hecho su parte con unas obras que facilitarán el tránsito y seguridad. “Falta que Marruecos adapte su paso fronterizo y, sobre todo, que tenga unas normas claras y definitivas del funcionamiento de su frontera para que ésta sea moderna y ágil”, destacó.
