Once delegados del Gobierno de España mostraron ayer su solidaridad y apoyo al Pueblo de Melilla ante la “extrema presión migratoria” que sufre en sus fronteras que han podido conocer de primera mano esta semana durante su estancia en la ciudad. Los delegados, que conforman más de la mitad de los que tiene el Ejecutivo repartidos en las 19 autonomías españolas, finalizaron ayer su visita de dos días a Melilla con una reunión de trabajo, en la que firmaron un comunicado conjunto para plasmar por escrito su respaldo a la ciudad en esta “difícil etapa”. En la elaboración de dicho documento han participado los delegados del Gobierno Carmen Crespo Díaz (Andalucía), Gabino de Lorenzo Ferrera (Asturias), Teresa Palmer Tous (Baleares) María del Carmen Hernández Bento (Canarias); Francisco Antonio González Pérez (Ceuta); Alberto Bretón Rodríguez (La Rioja); Serafín Castellano (Comunidad Valenciana); Germán López Iglesias (Extremadura); Samuel Jesús Juárez Casado (Galicia); Joaquín Bascuñana García (Murcia); Carmen Alba Orduna (Navarra); y el anfitrión, Abdelmalik El Barkani Abdelkader (Melilla).
Estaba previsto que también se sumara a este encuentro de representantes gubernamentales la delegada en Madrid, Cristina Cifuentes, aunque a última hora tuvo que suspender su viaje a Melilla para seguir el dispositivo de desalojo de un piso de neonazis en el barrio madrileño de Tetuán.
En el comunicado, los delegados del Gobierno dijeron sentir y compartir “el drama que está suponiendo la constante presión migratoria” que sufre Melilla, si bien insistieron en que “no es un problema específico de la ciudad sino del conjunto de la Unión Europea”. Por ello, al igual que defienden las autoridades melillenses, defendieron la necesidad de que se establezca una política común de inmigración que fomente la cooperación con los países de origen, acabe con las mafias que trafican con seres humanos y ordene los flujos migratorios hacia Europa.
No a la inmigración irregular
Los 11 delegados del Gobierno subrayaron la importancia de que la inmigración sea legal y ordenada porque ello supone una fuente de riqueza y progreso. “En cambio, rechazamos de plano una práctica de inmigración basada en el tráfico de seres humanos, a merced de mafias sin escrúpulos que promueven los asaltos constantes a las vallas de Melilla y Ceuta con Marruecos, con fuerza e incluso violencia en muchas ocasiones”, agregaron.
A juicio de los representantes del Gobierno central, la inmigración ilegal “es fuente de problemas, conflictos y marginalidad” y solo beneficia a “quienes no dudan en lucrarse espuriamente de las aspiraciones de muchos inocentes que en su desesperación acaban protagonizando un tipo de inmigración al que, en ningún caso, debemos ni podemos resignarnos”.
Al hilo, expresaron su “más sincero apoyo” a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que trabajan en la frontera sur de de Europa. También incidieron en que su presencia en Melilla es “una muestra del apoyo y compromiso decidido del Gobierno de España con esta tierra tan querida por todos”.
