El sistema de cobro con tarjeta está tan extendido, que no encontrarlo a la hora de pagar la cuenta en alguna tienda, restaurante u otro servicio público supone una extrañeza para la mayoría de los clientes. Sobre todo, para los que vienen de la península para pasar unos días o por viaje de trabajo, muchos de los cuales se encontraban con esa casuística nada más poner un pie en Melilla, al subirse al taxi. Esa limitación de admitir los pagos únicamente en metálico poco a poco empieza a desterrarse también en este gremio, que ha empezado a modernizarse admitiendo las tarjetas. Por ahora, esta prestación solo está disponible en dos de los 60 vehículos que trabajan con licencia en nuestra ciudad, aunque parece que este primer paso ha empezado a animar al resto de los que trabajan en el sector del transporte público de viajeros. Uno de los que ya admiten tarjetas es Karim Mohamed, antiguo presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi, que ya en sus años al frente de la entidad quiso impulsar este servicio en el gremio sin demasiado éxito por las reticencias que encontró entre sus compañeros. Pero ahora ha decidido en solitario lanzarse de lleno al sistema de pago electrónico, animado por las buenas condiciones que ha encontrado.
Al parecer, también esto es consecuencia una de las medidas aprobadas el pasado mes de junio por el Gobierno central en el Plan para el Crecimiento de la Competitividad y Eficiencia de la Economía, por el que se rebajaban las comisiones por el uso de las tarjetas de crédito y débito, que corren a cargo de los comerciantes, empresarios y autónomos que llevan a cabo el cobro.
Una baja comisión
Según explicó Karim Mohamed a MELILLA HOY, desde ayer mismo ya se podía pagar con tarjeta en su taxi, licencia 46. El datáfono, reluciente, aún no lo había estrenado, pero todo el que se subió al taxi sabía que podía pagar la carrera con tarjeta si así lo deseaba porque las pegatinas que ha colocado en las ventanillas así lo hacen saber, de la misma manera que los establecimientos lo informan en la entrada.
Las carreras en Melilla rara vez llegan a los diez euros. ¿Compensa al taxista cobrar con tarjeta? La respuesta de Karim Mohamed no ofrece lugar a dudas: sí, porque las condiciones solo obligan al autónomo a pagar una comisión menor al 1% en las carreras que cobre con tarjeta. "Me he encontrado con muchos casos de gente que preguntaba si cobraba con tarjeta y el hecho de no ofrecer esa facilidad obligaba al cliente a pasar por el cajero para sacar dinero", explicaba este taxista, que ha querido evitar las molestias al cliente incorporando el sistema de cobro electrónico en su coche.
De las 60 licencias de taxi que hay en Melilla, solo hay dos que ya ofrecen esta prestación, aunque Mohamed cree que será cuestión de tiempo que empiece a extenderse como ya ha ocurrido en otros lugares de España. "Creo que en Melilla éramos los únicos que todavía no lo teníamos", comentaba con el datáfono aún sin estrenar en la mano.
En su opinión, es normal porque los melillenses están habituados a que en los taxis solo se paga en efectivo, de modo que en este colectivo el uso será progresivo, conforme vayan sabiendo poco a poco que ya en algunos taxis se puede pagar con tarjeta. De hecho, hasta ahora los que más preguntaban eran los clientes de fuera, como turistas o representantes de empresas que vienen a Melilla por temas de negocio o reuniones, a los que el taxista recoge en el aeropuerto y que están habituados a pagar con tarjeta.
Karim Mohamed confió en que esta nueva prestación también suponga un atractivo para los ciudadanos a la hora de coger el taxi, ya que supone una modernización del servicio, objetivo que siempre procura el gremio en la medida de lo posible. No es fácil, habida cuenta que el sector del taxi sigue atravesando un momento económico complicado por la crisis y continúan dependiendo de fechas clave como las Navidades o el verano. Para Navidades aún quedan un par de meses para que empiece a moverse el dinero, en cuanto se enciendan las luces en el centro. En cuanto al verano, no ha sido el mejor teniendo en cuenta que perdieron todo el mes de julio por el Ramadán, fecha en la que baja mucho la actividad.
