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Más de 200 inmigrantes intentan saltar la valla por segunda vez en 48 horas

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La gran presión migratoria que sufre Melilla y la desesperación de quienes esperan al otro lado de la valla para entrar de forma clandestina en la ciudad se vieron reflejadas ayer en un nuevo salto masivo al perímetro, el segundo en 48 horas y el octavo en lo que va de mes. La nueva avalancha, protagonizada por más de 200 inmigrantes, se prolongó durante 13 horas, ya que un centenar se quedó encaramado a la valla en tres puntos distanciados por escasos metros, entre el CETI y el cementerio musulmán. El último inmigrante se bajó cerca de las ocho y media de la tarde, cuando ya era de noche. El salto había sido a las 7.30 horas y lograron su objetivo de entrar a Melilla 19 de ellos, dos de los cuales tuvieron que ser trasladados al Hospital Comarcal para ser atendidos por traumatismos en la espalda y en la rodilla. Según informó ayer la Delegación del Gobierno en una nota de prensa, el intento de entrada de ayer, como los anteriores, se caracterizó por su violencia. Así, indicó que los más de 200 que intentaron entrar de forma irregular a Melilla “se han enfrentado abiertamente a los agentes de la Guardia Civil” mientras trataban de rebasar todos los sistemas de seguridad del perímetro. Cerca de la mitad resistieron durante horas en lo alto de la verja, negándose a ser entregados a las autoridades marroquíes.

No fueron los únicos que plantaron cara a los agentes. Otro centenar de inmigrantes de los que están acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) salieron para ir al lugar del salto masivo, situado a pocos metros. Con una “actitud eufórica e incluso de enfrentamiento con la Guardia Civil”, iniciaron “una algarada en apoyo” a los que estaban encaramados a la valla. Esto obligó a los antidisturbios de la Policía Nacional a desplegarse en la puerta del CETI, donde incluso algunos de los inmigrantes les lanzaron piedras.

Estrategia coordinada
El intento de entrada de ayer, según apuntó la Delegación del Gobierno, sigue el mismo patrón de las últimas tentativas por la “estrategia previamente coordinada y perfectamente organizada” que siguieron los inmigrantes. Por ejemplo, se dispersaron en varios puntos cercanos de la valla para dividir a los agentes y utilizaron los ganchos, garfios y cuerdas que los subsaharianos emplean para burlar la malla antitrepa. Pero sobre todo, la Delegación destacó que los inmigrantes eligieron para saltar el único lugar del perímetro donde Marruecos aún no ha desplegado su propia alambrada de concertinas, concretamente el cementerio musulmán.

Los inmigrantes aprovecharon esta circunstancia para intentar entrar a Melilla sobre las 7.30 horas. Algo más de 200 llegaron a la valla y en torno al centenar se quedaron encaramados en lo alto. Muy poco a poco fueron bajando, pero antes resistieron durante horas. Sobre la una de la tarde, aún seguían subidos alrededor de 70, de los cuales 60 estaban junto al muro del cementerio. Apenas media hora más tarde bajaron algunos de ellos, conscientes de que no iban a poder cumplir su objetivo de entrar en la ciudad, y fueron entregados a las fuerzas auxiliares marroquíes. A primera hora de la tarde, como medida de prevención, los Bomberos colocaron una colchoneta hinchable a pie de valla para evitar que si alguno se caía, impactara contra el suelo. No en vano, ayer hizo un día casi de verano, con bastante calor, lo que podía contribuir a que los inmigrantes pudieran sufrir un desfallecimiento en su afán por resistir sobre la valla para entrar en Melilla.

Al final, solo consiguieron entrar 19 inmigrantes a Melilla. Dos tuvieron que ser trasladados al Hospital Comarcal para ser atendidos de un traumatismo dorsal y un traumatismo en la rodilla. Otros nueve fueron atendidos por la Cruz Roja y el 061 a pie de valla, prácticamente todos por caídas y “la propia estrategia de avalancha” que siguen los inmigrantes en cada salto masivo, según indicó la Delegación del Gobierno.

El intento de entrada masiva que se registró ayer causó “graves consecuencias” para el comercio entre Melilla y Marruecos. Así, la institución gubernamental indicó que el paso fronterizo de Farhana retrasó cerca de dos horas y media su apertura, hasta las 9.25 de la mañana, mientras que el paso de Barrio Chino también sufrió algunos problemas para abrir como cada día.

Presión migratoria en Melilla
El salto de ayer certificó el incremento de la presión migratoria que sufre Melilla, que se ha duplicado este año respecto a 2013, tal y como ya apuntó el pasado martes el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani. Con el de ayer se han registrado 59 saltos, en los que han entrado casi 2.000 subsaharianos.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta los que han entrado por otras vías, como es el caso de las pateras, en las que han llegado 171. También han logrado entrar numerosos inmigrantes por los pasos fronterizos, la gran mayoría de nacionalidad siria. Familias enteras han llegado a Melilla usando pasaportes falsos comprados a marroquíes. Son el colectivo más numeroso del CETI, con alrededor de 800 personas.

Fuentes policiales cifran en alrededor de 4.000 los inmigrantes que han accedido de forma clandestina a Melilla, batiendo ya la cifra récord alcanzada en 2013, que fue de más de 3.500 extranjeros.

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Redacción

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