Ante la mirada de casi doscientos musulmanes se reabrió aquel día la Mezquita central de García Cabrelles, durante dos años sujeta a intensas obras de reforma en su interior por iniciativa del municipio y un presupuesto algo más de cien millones de pesetas. Aunque la reforma integral de la Mezquita aún le restaba el revoco de sus distintas fachadas, la culminación de las obras interiores fue motivo de un acto oficial, en el que al entonces alcalde, Ignacio Velázquez, actuó como presidente y al que acudieron las principales autoridades locales. La Mezquita, tan rehabilitada, que prácticamente parecía nueva, fue aparentemente inaugurada, con un corte de cinta al unísono por parte de Ignacio Velázquez y el representante de la Comisión Islámica, Uariachi Mohamed.
