La U.D. Melilla sumó su séptima jornada consecutiva sin conocer la victoria después de perder (3-1) en su visita a un rival directo como La Roda, que aprovechó mejor sus ocasiones para llevarse los tres puntos. La rápida reacción de los locales tras el empate de David Sánchez y la posterior expulsión de Guille Roldán inclinaron definitivamente el partido a favor del equipo dirigido por Mario Simón, que con este triunfo, pese a que no sale de los puestos de descenso, por lo menos le sirve de balón de oxígeno. Salió mejor la U.D. Melilla sobre el césped del Municipal y suyas fueron las dos primeras ocasiones, la primera de ellas bastante clara. Apenas había transcurrido un minuto y medio de partido cuando David Sánchez puso un balón interior para Nacho Aznar, que se quedó solo ante Salcedo, pero el remate del extremo con la pierna izquierda se marchó por encima del travesaño.
Poco después llegaría la segunda ocasión de los visitantes con un disparo de volea de David Sánchez que atrapó Salcedo.
La respuesta local se produjo con un saque de banda de Mauri al punto de penalti, donde Samu cabeceó la pelota fuera. Con el paso de los minutos se impondría el juego en la zona ancha del campo, con ambos equipos luchando mucho, pero sin que ninguno de los dos lograra hacerse con el control del juego, por lo que las ocasiones apenas se registraban en ninguna de las dos áreas.
Cerca de la media hora de juego, Mauri recibió un balón interior de Jorgito y se plantó solo ante Jesús, que acabó despejando con el pie, aunque la acción sería invalidada por fuera de juego.
A la media hora de partido, Amarito estuvo a punto de sorprender a Salcedo con un centro chut que se fue ligeramente desviado. Poco después, la ocasión sería para el equipo manchego, cuando Pablo García centró desde la derecha, Mauro peinó hacia atrás y el disparo final de Suárez salió desviado.
Dos minutos más tarde estuvo a punto de producirse el gol tonto de la jornada, ya que Salcedo, al intentar despejar el balón tras una cesión, impactó el balón en Pedro Conde, estando muy cerca el balón de introducirse en la portería.
Cuando todo parecía indicar que se llegaría al descanso con el 0-0, Jorgito marcó un golazo, con un disparo bombeado desde la derecha al ver adelantado a Jesús que se coló por la escuadra.
Empate de penalti
Salió mejor el Melilla tras el descanso, que daría el primer aviso con un lanzamiento de falta de David Sánchez que Mahanan cabeceó deficientemente. Más tarde, Guille Roldán recibió el balón en el área y cayó ante la entrada de Mauri. El colegiado señaló penalti y David Sánchez lo transformó para establecer el empate.
Doble cambio ofensivo
Pero La Roda apenas tardó cinco minutos en reaccionar y en adelantarse de nuevo en el marcador, cuando Espínola lanzó una falta al segundo palo y allí Marcos Mauro saltó más que nadie para marcar con un certero cabezazo.
El entrenador del Melilla, Fernando Curras, reaccionó de inmediato al hacer un doble cambio ofensivo, dando entrada a Sufian y a Chota, lo que propició que Pedro Bolaños se situara como central. A los sesenta y siete minutos, Pedro Conde, de falta directa, estrelló el balón en el larguero de la portería de Salcedo y el equipo local, solamente tres minutos después, también se encontraría con el travesaño tras un disparo de Ramón desde la frontal, que tras tocar en el larguero botó justo en la línea de gol.
El lateral derecho Juanjo, que jugó en La Roda hace dos temporadas, fue despedido con una gran ovación cuando se retiró del campo y sólo un minuto después de que el Melilla agotase las tres sustituciones, Guille Roldán vería su segunda cartulina amarilla, dejando a su equipo en inferioridad numérica.
La Roda aprovechó perfectamente esa superioridad numérica para sentenciar el partido con una fabulosa contra dirigida por Lillo, que le dejó el balón a Jorgito superando éste a Jesús Romero de disparo cruzado.
Con el 3-1 en el marcador, el partido estaba visto para sentencia, aunque el Melilla siguió intentándolo hasta el final. Ramón fue expulsado en el tiempo de descuento y los de Currás, por mediación del veterano Chota, acortaban distancias cuando ya no había tiempo para más.
