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Belmonte: “En Melilla, la diversidad religiosa se palpa en la vida cotidiana”

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El Observatorio de Pluralismo Religioso en España, organismo dependiente del ministerio de Justicia, ha entrevistado a Fernando Belmonte Montalbán, Director Gerente del Instituto de las Culturas de Melilla, a raíz de la reciente publicación de una Declaración para un Pacto por la Interculturalidad en la Ciudad Autónoma de Melilla. Por su interés, reproducimos parte de esta conversación.
Melilla es un enclave particular en lo relativo a la diversidad religiosa. ¿Nos podría describir como es la realidad religiosa de la población melillense?
Creo que la diversidad religiosa en Melilla, y esto es lo que puede tener de particular respecto de las comunidades autónomas peninsulares e insulares, es que no se piensa en ella como una abstracción o como un concepto teórico al que llenar de contenido práctico. En Melilla, la diversidad religiosa se palpa en la vida cotidiana, forma parte de su carácter, su historia y su idiosincrasia. Cualquiera que llegue a Melilla y pasee por el centro de la ciudad se encontrará con la Iglesia Arciprestal y a una veintena de metros verá la Sinagoga principal y a unos doscientos metros de ésta la Mezquita central. Los centros de culto religioso (15 islámicos, 9 católicos, 8 judíos, 2 evangélicos y un templo hindú) son visibles, accesibles e integrados en la fisonomía urbana y en el tejido vecinal local. Un detalle muy revelador, sin parangón en cualquier otro territorio europeo o norteafricano, es que el himno oficial de la Ciudad –y todos somos conscientes del extraordinario valor simbólico que los himnos tienen para los pueblos- define a Melilla como “musulmana, cristiana y judía”. Esto puede dar una idea de cómo el sentimiento de pertenencia a una sociedad diversa en lo religioso está profundamente impregnado en el imaginario común, además de interiorizado, de manera positiva, en los ciudadanos tomados individualmente.

Se acaba de firmar la Declaración para un Pacto por la Interculturalidad en la Ciudad Autónoma de Melilla. ¿En qué consiste y que importancia reviste en una sociedad tan diversa como la melillense?
Lo que se ha pretendido es fijar en un documento una serie de definiciones, normas, principios, reglas y compromisos que sirvan de referente ético, moral y político para los poderes públicos y ciudadanía en general. Este conglomerado de propósitos tiene como objetivo la construcción y desarrollo de un modelo sostenible de gestión democrática de la diversidad cultural, que sea defendido y promovido con independencia del color político o de la adscripción cultural o religiosa de quienes, contingentemente, les toque asumir la responsabilidad de gobernar o de manejar los fondos públicos. Desde un punto de vista teórico, la Declaración se pronuncia inequívocamente a favor de la perspectiva intercultural. Por lo tanto, y en consonancia con el Libro Blanco del Consejo de Europa sobre el Diálogo Intercultural, rechaza las fórmulas asimilacionista y multiculturalista.

El asimilacionismo, modelo dominante en Europa entre 1870 y 1945, durante el período de apogeo del Estado-nación, implicaba la jerarquización de las culturas y la progresiva desaparición de las minoritarias para ser absorbidas por la cultura supuestamente superior de las élites políticas y económicas de cada país. El multiculturalismo surgió como alternativa al asimilacionismo, preconizando el reconocimiento político de la diversidad y situando el sistema de valores de las minorías al mismo nivel que el de la mayoría; el problema es que seguía anclado en un esquema basado en la oposición mayoría-minorías y que terminó clasificando y estigmatizando a las culturas, situándolas en compartimentos estancos y de espaldas las unas a las otras, lo que ha favorecido, en muchos países, la segregación de las comunidades y la incomprensión mutua entre las mismas, por no mencionar el debilitamiento de los derechos individuales, en particular de las mujeres.

Frente a la unidad sin diversidad del asimilacionismo y la diversidad sin solidaridad del multiculturalismo, la Asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla ha abrazado el interculturalismo y lo ha hecho asumiendo la definición que cuenta con el respaldo de los 189 países que aprobaron la Convención de la UNESCO sobre Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales. Es decir, que cuando hablamos de interculturalismo hablamos de la presencia e interacción equitativa de diversas culturas y la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo. La interculturalidad, pues, va más allá de la mera coexistencia pasiva al propiciar el conocimiento mutuo, el respeto y el diálogo entre los diferentes grupos culturales. La Declaración, aprobada por más del 80 por ciento de los diputados de la Asamblea de Melilla, aborda la interculturalidad no como algo en el vacío sino en relación a parcelas concretas y centrales de la vida pública local, tales como la enseñanza, la diversidad religiosa, el pluralismo lingüístico, la equidad de género o la cohesión social.
¿Qué actuaciones tendrá que iniciar el Gobierno Autonómico para cumplir con el Pacto?
Esa pregunta más bien correspondería responderla a los órganos políticos de la Ciudad. Ya tenemos diseñada la guía para la acción. Si me permiten la comparación, digamos que ya tenemos la partitura; ahora lo que procede es coordinar a la orquesta para el concierto. Para ello, me consta que los pasos apropiados se están dando. Una institución independiente, vinculada a la Universidad de Granada, ha recibido el encargo de elaborar una propuesta de desarrollo y aplicación de los compromisos adoptados en la Declaración. Una vez se reciba, se someterá al examen de los distintos grupos políticos y de las entidades sociales, económicas, culturales, institucionales y humanitarias que han venido participando en el proceso participativo, sin precedentes en la ciudad, que culminó con la aprobación de la Declaración.

Se contempla la creación de una Comisión de Seguimiento del Pacto. ¿Quién compondrá esta Comisión y cuales serán sus funciones?
La Comisión estará integrada por los componentes del Grupo de Seguimiento del Diálogo Intercultural, en el que están representados todos los partidos con presencia en la Asamblea de Melilla, a los que se sumarán representantes de grupos, colectivos y organizaciones institucionales y ciudadanas en número y forma a determinar por los órganos políticos correspondientes de la Ciudad Autónoma. La Comisión se dedicará a fiscalizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos en virtud de la Declaración y a denunciar las prácticas y manifestaciones contrarias a su letra y espíritu. Entre sus funciones específicas figuran: a) la emisión de informes periódicos sobre el grado de cumplimiento de los acuerdos y de las dificultades que se oponen a la materialización de los mismos. b) La denuncia pública de las incitaciones al odio entre comunidades, así como de las prácticas y manifestaciones racistas y xenófobas. c) Dar curso a las denuncias contra dichos y hechos contrarios a los acuerdos y compromisos adoptados, sobre todo los atentatorios a la libertad de las personas, prestando una atención especial a aquéllos que agreden la libertad religiosa o que sobrepasen o vulneren los límites de ésta. Y d) proyectar y divulgar en el exterior el modelo de convivencia intercultural melillense.
¿Como han recibido esta iniciativa las organizaciones del tercer sector? ¿Han podido participar en su elaboración? ¿Habéis sentido su respaldo?
Si bien el impulso o la iniciativa de la Declaración ha correspondido al Gobierno, hay que precisar que el texto finalmente aprobado es el fruto de las aportaciones y sugerencias de los más de cuarenta grupos, entidades y colectivos ciudadanos -entre ellos, todos los del tercer sector con una presencia activa en Melilla- que han participado en un largo y fecundo proceso deliberativo del que nadie ha sido excluido. El apoyo a la Declaración ha sido amplio y muy transversal porque se trata de un texto que no es de un Gobierno determinado sino que refleja la experiencia y aspiraciones del conjunto mayoritario de la ciudadanía.

NOTA.- La entrevista completa se puede leer en el siguiente enlace: http://observatorioreligion.es/entrevistas/fernando_belmonte_montalban/

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Redacción

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