Román Dobaño, ex secretario general y ex diputado local del PSME-PSOE, comunicaba a Madrid su baja temporal como militante socialista. En una carta enviada al secretario de Organización, Cipriá Ciscar, Dobaño acusaba a los dirigentes federales de haberle negado la presunción de inocencia "que se otorga a los peores asesinos" y de haberlo sometido a una manifiesta indefensión, negándosele el acceso al expediente disciplinario que se le abrió después de que votara a Aberchán en la sesión de investidura, en contra de las órdenes de Madrid.
El Gobierno presidido por Aberchán buscaba apoyos en Madrid para que el Ejecutivo central no retirara a Melilla las competencias urbanísticas de aprobación definitiva del PGOU.
