Las nuevas oficinas de petición de asilo que ha anunciado el Ministerio del Interior en los pasos fronterizos de las dos ciudades autónomas con Marruecos estarán funcionando en el caso de Melilla a partir del lunes, para lo que se habilitarán dos despachos en la aduana de Beni-Enzar. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, explicó ayer a preguntas de los periodistas que la puesta en marcha de estas oficinas no requiere demasiada logística, ya que “lo primero” es contar con la asistencia letrada y el intérprete para poder atender a las personas que quieran ejercer su derecho de solicitar protección internacional. La Jefatura Superior de Policía de Melilla ya cuenta con intérprete, mientas que la asistencia jurídica a los inmigrantes será determinada por el Colegio de Abogados, según indicó El Barkani. Además, se destinarán dos habitáculos de la frontera de Beni-Enzar para usarlos como despacho, con el correspondiente ordenador y la presencia de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía para atender las solicitudes de asilo.
“Tampoco se necesitan muchas más cosas”, dijo el delegado del Gobierno, que recordó que antes de que se anunciara la creación de estas oficinas, en el paso fronterizo de Beni-Enzar “hace ya mucho tiempo” que se están atendiendo las solicitudes de asilo que se están registrando. Todas han sido de ciudadanos de Siria que han llegado con la documentación en regla y han solicitado protección internacional, y en todos los casos “se seguirá el procedimiento habitual”, siendo un equipo multidisciplinar coordinado por la Dirección General de Política de Asilo del Ministerio del Interior el que valore las solicitudes admitidas a trámite.
El Barkani rechazó que las peticiones de asilo se puedan recoger en la valla fronteriza o en el monte Gurugú, como han sugerido algunas voces, y subrayó que esta medida de crear oficinas en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla “era necesaria”.
“Este es un compromiso más que España tiene como miembro de la comunidad internacional que está por la labor de mantener y respetar los Derechos Humanos y los derechos a la protección internacional de aquellas personas que puedan ser motivo de persecución política o de cualquier otra índole”, dijo el delegado. Asimismo, consideró que esta medida “no está reñida con la necesaria vigilancia y custodia del perímetro fronterizo diciendo que en este país hay que entrar por la puerta y los pasos habilitados y no a través de la valla”.
Admitió no saber el efecto que las nuevas oficinas de petición de asilo pueden provocar en la presión migratoria que sufre Melilla, aunque no cree que “haya una avalancha” de solicitudes a partir de ahora, habida cuenta que en la ciudad ya se estaban tramitando anteriormente peticiones de aquellos que han querido ejercer este derecho.
Adaptar la Ley a Ceuta y Melilla
El Barkani hizo estas declaraciones tras la entrega de premios del primer concurso de fotografía digital de la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), en la que intervino con un breve discurso en el que habló sobre otro de los asuntos que ha levantado polémica en las últimas semanas en materia de inmigración. Concretamente se refirió a la enmienda presentada por el PP a la Ley de Seguridad Ciudadana sobre las devoluciones en caliente de inmigrantes, de la que El Barkani dijo que “era necesaria” para adaptar la normativa a “las circunstancias específicas que se dan en Ceuta y en Melilla”.
El Barkani cree que con la enmienda presentada por el PP a la Ley de Seguridad Ciudadana, que también formará parte de la Ley de Extranjería en una adenda antes de que termine este mes, se ha conseguido ese objetivo de “dar cobertura” en la valla fronteriza. “Creo que se han tomado iniciativas que podrán gustar más o menos, podrá haber detractores, pero soy un absoluto convencido de que en un Estado de Derecho hay que legislar y era necesario, bajo mi punto de vista, proceder a una modificación de la Ley, una adaptación de la normativa a las circunstancias específicas que se dan en Ceuta y en Melilla”, dijo.
El delegado del Gobierno afirmó que no sabe ni pretende acabar con la inmigración irregular, pero sí quiere “por lo menos intentar” modificar el comportamiento que la inmigración tiene en Melilla, habida cuenta de la “presión” que hay en la frontera “y la difícil labor que la Guardia Civil desempeña en la vigilancia de la valla”.
Apoyo a la Guardia Civil
Aprovechó su discurso para expresar su apoyo a la Guardia Civil, aunque insistió en que este cuerpo de seguridad “no necesita defensa” porque “no es necesario, se le conoce bien y, además, se le quiere”, en alusión al hecho de que es de las instituciones mejor valoradas por los españoles.
El Barkani insistió en que “Melilla no es solo una valla, es mucho más”, como así demuestra este cuerpo de seguridad en las diferentes competencias que atiende y que, a su juicio, quedaron reflejadas en la exposición de fotografías organizada por APROGC en la Comandancia de la Guardia Civil.
