Trabajado triunfo de los melillenses, que siguen mostrando su mejor versión en La Espiguera, un escenario donde han encadenado una racha de cuatro encuentros consecutivos sin conocer la derrota. La Peña Barcelonista sumó ayer tres valiosos puntos de cara a la lucha por la permanencia, tras doblegar a un rival directo como el Puerto Malagueño por el resultado de 3-2. De este modo, los azulgranas encadenan su cuarto encuentro consecutivo en casa sin conocer la derrota.
El encuentro, en líneas generales, no fue nada vistoso para el espectador que se acercó al campo de La Espiguera, con muchas interrupciones y escaso juego. De igual forma, las ocasiones de gol también brillaron por su ausencia. No en vano, para la primera oportunidad hubo que esperar hasta el minuto 25, a través de Suli, que remató, sin demasiado ángulo, por encima del larguero. Los malagueños tampoco se habían aproximado demasiado a la meta defendida por Pinocho durante casi treinta minutos, pero mostraron una tremenda eficacia al marcar en su primer acercamiento, después de una internada por la banda izquierda de Javi López, en la que una vez que pisó el área optó por disparar, despejando el tiro el portero melillense. El rechace lo aprovechó Serrano para establecer el 0-1.
Los locales parecieron no sentir el mazazo, ya que no tardaron en reaccionar. Así, en el 36’, el cancerbero Óscar cometió penalti sobre Suli, siendo Tani el encargado de transformar la correspondiente pena máxima. Sin nada más reseñable, y con el consabido 1-1, se llegó al tiempo de descanso.
En la segunda parte, las cosas no pudieron comenzar mejor para los barcelonistas, dado que a los cuatro minutos Mito, de perfecto testarazo y después de un preciso servicio de Amin, envió el esférico al fondo de las mallas. En el 60’, Furia se hizo con un balón en el centro del campo, levantó la cabeza y viendo al portero adelantado lo intentó desde casi 40 metros, introduciéndose el esférico en la misma escuadra. Sin duda, un auténtico golazo.
Los de Felipe Sánchez parecían tener totalmente controlado, y también encarrilado, el choque, aunque en una acción aislada Antonio se plantó en solitario ante Pinocho al que batió con un disparo ajustado, situando el 3-2 que a la postre sería el marcador definitivo.
