La unidad de diabetes del Ingesa en Melilla atiende al año a una media de 45 niños con diabetes tipo 1, cifra que supera la media nacional según lo afirmó ayer el doctor Joaquín Lamas, pediatra del Comarcal en la charla organizada por la Asociación Adimel sobre la diabetes pediátrica y el futuro de los tratamientos. Indicó Lamas que no se conocen las causas que provocan estas altas cifras, pero no se descarta que pueda ser por cuestiones genéticas. "Diabetes pediátrica, dónde estamos y hacia dónde vamos" fue el título de la conferencia organizada por la Asociación Adimel e impartida por los doctores Juan Pedro López Siguero, del servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital-Materno Infantil de Málaga y Joaquín Lamas, pediatra del Comarcal. La actividad se encuadra en el calendario de actividades del Día Mundial de la Diabetes que se celebra el viernes.
Charla
El pediatra Joaquín Lamas manifestó que en Melilla la incidencia de la diabetes mellitus tipo 1 pediátrica "es moderadamente más elevada que la media nacional y aunque no se saben las causa porque no hay un estudio de investigación para verlo, sí que no se descarta que pueda ser genético, que en la población de aquí haya más prevalencia". De hecho se atiende a una media de 45 niños al año, y la cifra se mantiene constante porque se producen debuts en la enfermedad mientras que los que cumplen 13 años pasan al endocrino de adultos. "Tenemos casos en todos los tramos de edad y con algún repunte en la adolescencia", dijo.
Aclaró que no hay que comparar la diabetes tipo 2 con la de tipo 1, porque la primera se da en adultos e intervienen factores de padecimientos y dieta, mientras que la de tipo 1 se da en niños y le acompaña toda la vida. En Melilla también en el caso de la diabetes tipo 2 estamos por encima de la media, con un 15 por ciento de la población afectada por la enfermedad, siendo la población de origen bereber en la que se dan más casos.
Volviendo a la diabetes tipo 1 pediátrica, dijo que el "presente es halagüeño porque los niños con diabetes se pueden atender en la ciudad y no tener que desplazarse a Málaga, aunque mantenemos una relación estrecha con el Materno Infantil y con el doctor López Siguero". En cuanto al futuro, señaló que hay expectativas tecnológicas aplicables a la diabetes como las bombas de insulina, medidores de glucosa más sofisticados que pueden mejorar la atención de los niños, que es lo que se busca.
Futuro
Por su parte el doctor López Siguero, encargado de hablar del futuro de los tratamientos, señaló que en caso de la diabetes mellitus tipo 1 pediátrica, la solución no sería el trasplante de páncreas, primero porque este tipo de intervenciones están prohibidas en menores de 18 años y segundo porque existen otros tratamientos "menos traumáticos" que sin curar, sí mejoran la calidad de vida de los niños. En cuanto a los adelantos aplicables a la lucha contra la diabetes, dijo que en los últimos 90 años se han dado grandes avances, "porque antes la gente se moría y ahora viven y con una buena calidad de vida".
Afirmó que hoy por hoy no puede hablarse de curación, pero sí que se sigue investigando en nuevas técnicas, fármacos e instrumentos que redunden en un beneficio directo de los pacientes que deben convivir con su enfermedad. En ese futurible señaló que no sería descartable que en plazo de un lustro pudieran existir páncreas artificiales "que detectara la glucosa y pusiera la insulina necesaria, o que pudiera haber algo así como sensores de diabetes que midieran la glucosa e informara de la insulina que se necesitara en cada momento". Señaló que estos avances podrían darse, pero indicó que las nuevas tecnologías y la investigación precisan de recursos que en estos momentos no se destinan.
