Uno de los problemas socio-ambientales que las actividades humanas están provocando es la pérdida de biodiversidad. Hablar de extinción de especies es una manera de hablar de la pérdida de biodiversidad, pero lo es también hablar de pérdida de hábitat, fragmentación de hábitats, degradación de ecosistemas y pérdida de la diversidad genética.
Así que al hablar de pérdida de biodiversidad podemos hablar de extinción de especies, de degradación de ecosistemas y hábitats naturales o seminaturales, o bien podemos hablar de la diversidad genética dentro de una misma especie.
Si nos atenemos a la extinción de especies, nos referimos a un fenómeno natural que viene sucediendo desde que la vida existe en nuestro planeta. No es ninguna novedad que algunas especies que vivieron en nuestro planeta se extinguieron. Un caso popular es el de los dinosaurios.
Así que las extinciones de especies son un fenómeno natural que siempre ha existido. La preocupación por la pérdida de biodiversidad se debe a que el ritmo de extinciones naturales se ve aumentado por las extinciones que se producen por actividades humanas, ya sea contaminación, ya sea destrucción del hábitat, o por pérdida de variedades cultivadas y subespecies. En este momento se estima que existen millones de especies sin descubrir. Muchas especies desaparecerán antes de que sepamos que existen.
Durante décadas hemos oído hablar de la extinción de los dinosaurios, de los osos polares, y también de los osos españoles en Asturias y los Pirineos, de las ballenas, del lince ibérico, del lobo, del águila imperial española…
Pero casi nadie ha escuchado hablar de la extinción de la Patella ferruginea, una lapa que vive en unos cuantos países del Mediterráneo occidental, que se cuentan con los dedos de las manos, según la información actual de la comunidad científica.
¿Cuál es el motivo de que esta especie sea tan desconocida como especie en peligro de extinción en España?
La respuesta a esta pregunta creemos que tiene su origen en que se trata de un invertebrado, que además, vive fijado al sustrato, y por lo tanto, sobre el que no se pueden grabar imágenes impactantes como la carrera de un guepardo tras un herbívoro, como una gacela o una cebra.
Es decir, tenemos un problema de percepción social. Si alguien mata de un tiro a un oso en Asturias, saldrá en unas cuantas televisiones, pero si alguien decide la eliminación de entre 5.800 y 9.800 lapas ferrugíneas en el puerto de Melilla, eso previsiblemente no saldrá en los documentales de la 2.
Por algún motivo, los invertebrados no son tan atractivos como los vertebrados para el gran público. También se sabe menos de ellos. Este es el caso de la Patella ferruginea.
Ficha técnica de la Patella ferruginea
Tomada de Guallart, J. y Templado, J. 2012. Patella ferruginea. En: VV.AA., Bases ecológicas preliminares para la conservación de las especies de interés comunitario en España: Invertebrados. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid. 86 pp.
Nombre de la especie: Patella ferruginea (Gmelin, 1791)
Phylum: Mollusca
Clase: Gastropoda
Orden: Docoglossa
Familia: Patellidae
Se trata de una lapa, que se distingue de las demás por su tamaño. Mide en estado adulto habitualmente entre 30 y 80 mm, pero puede superar los 100 mm, por lo que es una de lapas de mayor tamaño.
La concha es muy característica, con unas fuertes costillas radiales, muy gruesas e irregulares. Cuando son pequeñas, entre 1 y 3 cm. de diámetro, el perímetro exterior de la concha es muy irregular, con los extremos de las costillas salientes, destacando claramente los espacios intercostales. Los ejemplares más grandes suelen tener el perímetro más liso y regular.
La cara exterior es de color pardo-ferruginoso, y la parte interna es de color blanco opaco y brillante. El animal tiene un gran pie musculoso con el que se pega a las rocas.
A su tamaño, se le añade la existencia de fuertes y gruesas costillas, lo que permite diferenciarla de otras especies de lapas presentes en el Mediterráneo occidental. En el mar de Alborán se la puede confundir con otra lapa, Cymbula nigra (o Patella nigra), especie atlántica que entra en el Mediterráneo. Se las puede distinguir por el perfil más ovalado de su concha, con numerosas costillas radiales pero más finas y estrechas en el caso de C. nigra.
La lapa ferrugínea (Patella ferruginea) se halla incluida desde 1999 (Orden de 9 de junio de 1999, BOE, 148, de 22 de junio de 1999) en la categoría "en peligro de extinción" del Catálogo Español de Especies Amenazadas. De acuerdo con lo estipulado en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (BOE nº 299, de 14 de diciembre de 2007) deben realizarse actuaciones para la conservación de la especie en las cuatro comunidades donde habita (Andalucía, Ceuta, Melilla y Murcia), así como en las islas Chafarinas.
La lapa ferrugínea, que habita exclusivamente en el Mediterráneo occidental, es, junto a su congénere de Canarias, la lapa majorera (Patella candei candei), el único molusco marino de las costas españolas incluido en la categoría "en peligro de extinción". Constituye, pues, un ejemplo simbólico de invertebrado marino extremadamente amenazado y, al mismo tiempo, insuficientemente conocido, por lo que aún debe hacerse un considerable esfuerzo para reunir la información necesaria para su gestión y recuperación.
Por Guelaya-Melilla
