El equipo melillense ya ha regresado al trabajo, tras la importante victoria lograda el pasado viernes frente al Quesos Cerrato, que puso fin a la racha de tres derrotas consecutivas que acumulaban los de Alejandro Alcoba hasta ese partido.
El Melilla Baloncesto parece que vuelve a reencontrarse consigo mismo, después del triunfo cosechado el pasado viernes. Una victoria muy importante, tras una semana dura de trabajo y de recuperación en lo anímico, ante uno de los mejores equipos de la competición.
Así, tras los dos días de descanso concedidos a la plantilla melillense, el equipo volvió ayer al trabajo y se ejercitó por la mañana en el Pabellón Javier Imbroda Ortiz. La intención de los hombres de Alcoba es alargar la buena racha frente al Força Lleida, próximo rival del decano que acumula el mismo número de victorias, aunque con un partido menos. Además, los ilerdenses llegarán con la moral alta debido al importante triunfo logrado en Logroño, con una exhibición de su americano Greg Khalig, autor de ocho triples.
Esta vuelta a los entrenamientos consistió en un circuito de pesas, en el gimnasio de la instalación deportiva, para luego más tarde realizar un trabajo físico y de activación sobre la cancha de juego, que llevó a los jugadores a dividirse en dos grupos, el de los interiores y el de los exteriores, en busca de una mayor especificidad. Los once componentes de la primera plantilla, más dos miembros del CAM Enrique Soler, completaron este primer entrenamiento de la semana.
Por la tarde, el equipo estaba de nuevo citado para participar en la segunda sesión del día, la primera de carácter técnico-táctico, que les sirvió para empezar a preparar el duelo del próximo viernes, en el ‘Barris Nord’, ante el Força Lleida.
El plan de trabajo semanal, además de la doble sesión de ayer, incluye una más hoy martes y un único entrenamiento para la tarde de mañana, así como otro en la matinal del jueves, antes de partir por la tarde hacia tierras catalanas.
