La Plataforma en Defensa de los Melillenses, integrada por entidades vecinales, organizaciones como la CIM y Badr o la Asociación de Derechos Humanos de Marruecos, reivindica la habilitación de un puesto fronterizo en exclusiva para el tránsito de melillenses, peatonal y de vehículos, al objeto de evitar las colas y la sensación de que "estamos presos en nuestra ciudad". Asimismo denunciarán en el Foro de Derechos Humanos de Marruecos y en el Ministerio español de Exteriores, que el país vecino imponga multas de hasta doce mil euros a los melillenses que quieren dar de baja la carta verde después de que les hayan robado su coche. Según explicó su portavoz, Abdelhafid Amar, la Plataforma en Defensa de los Melillenses nace con el objeto de aglutinar los esfuerzos de distintas entidades locales y marroquíes a la hora de denunciar determinadas situaciones que se dan en la frontera entre ambos países y que requieren de soluciones a corto plazo.
Carta Verde
Uno de esos problemas es "el abuso de autoridad" y la "discriminación administrativa" de la que son objeto los melillenses por parte del país vecino. Según un estudio de la Plataforma, desde 2012 se han sustraído en la ciudad más de 350 coches, vehículos que han pasado al vecino país.
Cuando sus propietarios han acudido al puesto marroquí para dar de baja la carta verde, las autoridades alauitas le imponen sanciones que oscilan entre los seis mil y los doce mil euros. "Es una norma que se sacan de debajo la manga y sabemos que algunos melillenses han caído en la trampa y han pagado".
Además afirman que Marruecos "no da validez a las denuncias" de robo que estos propietarios han interpuesto en la Guardia Civil y la Policía Nacional, incluso acompañándolas con videos, como fue el caso de un coche robado que grabó las cámaras de la Carpa Eurofantasía. Lo que queda claro es que "además de que te roban el coche, Marruecos te roba el dinero, y esto es un atropello a nuestros derechos".
La Plataforma anuncia que este asunto lo expondrán a finales de esta semana en el Foro que sobre Derechos Humanos se celebrará en Marrakech con la participación de representantes de sesenta países.
El objetivo, recabar apoyos y denunciar estos hechos. Allí además van a pedir que se extinga la obligación a los melillenses de tener que llevar la carta verde en sus desplazamientos a Maruecos, "porque somos vecinos".
Nueva frontera
El segundo asunto es el de las colas a ambos lados de la frontera. Lo que estas organizaciones no llegan a comprender es que en la década de los años 80 en la ciudad, con "cuarenta mil habitantes" existieran hasta siete puestos fronterizos (Beni-Enzar, Farhana, Mariguari, Barrio Chino, Gurugú, Yasinen y Zoco el Had) y que en la actualidad, con ochenta mil habitantes sólo haya tres puestos, uno de ellos peatonal y sólo el de Beni-Enzar con apertura de 24 horas. No entienden esta reducción cuando son miles las personas y vehículos que pasan por los puestos melillenses, produciéndose grandes aglomeraciones.
La situación se complica hasta el punto de que se generan colas que obligan a personas de un lado y otro a permanecer horas esperando para poder cruzar. El domingo, según dijo, se crearon hasta seis carriles de coches esperando. El caso es que "si quieres ir a Marruecos a hacer unas compras o tomar un café, algo que te llevaría media hora, debes perder todo el día haciendo cola". Esto es "una vergüenza y las autoridades tienen que tomar medida". La Plataforma pretende elaborar un informe sobre esta situación porque se ha llegado "a algo insostenible e insoportable, es un crimen lo que están haciendo con los melillenses".
La solución pasa por habilitar un nuevo paso fronterizo abierto 24 horas, pero en exclusiva para los melillenses, por el que puedan pasar transeúntes y vehículos, "sin mezclarnos con el contrabando, ni con los extranjeros". Señalan que existen muchos kilómetros de perímetro fronterizo para poder habilitarlo. Afirma que es necesario acabar con la sensación de que "Melilla se ha convertido en una prisión a gran escala porque no hay libertad de movimiento".
La Plataforma apunta que elevará estas cuestiones al Ministerio de Asuntos Exteriores para que tome cartas en el asunto y busque una solución. Según se afirmó ayer, esta entidad la integran, entre otros, representantes de la Comunidad Islámica de Melilla, la Asociación Badr, la Asociación Al-fat, la Asociación de Vecinos La Unión, la Asociación de Derechos Humanos de Marruecos y la Asociación de Inmigrantes Marroquíes en Melilla.
