La U.D. Melilla se llevó un trabajado punto, al empatar a cer goles, en un partido en el que esta vez no falló en defensa, pero se mostró romo en ataque, lo que le impidió hacerse con los tres puntos. Los lorquinos no supieron romper el juego defensivo y lento de los melillenses, quienes encontraron lo que buscaron, regresar a casa sin encajar un gol. La Hoya Lorca intentó poner el juego, pero en ningún momento dio la impresión de superar el entramado táctico rival. Pese a todo, por ocasiones, el equipo lorquino debió y mereció ganar el partido.
El técnico local, José Miguel Campos, decidió dar confianza al mismo equipo que empezó la segunda parte siete días antes ante el Arroyo. El central Antonio López, ya recuperado, tenía sitio en el once, en detrimento de Marcos Torres que no estuvo ni en la convocatoria. La Hoya Lorca empezó apretando, pretendía llegar cuanto antes al portal de Álvaro con pocos toques, sobre todo buscando la espalda de los laterales para que Hugo Rodríguez y Joselu intentaran la acción individual.
El Melilla salió con la lección muy bien aprendida. Estrecha vigilancia sobre los hombres peligrosos locales, con buenas coberturas. Quizá el error fue jugar demasiado cerca de su portero, lo que permitía a los murcianos encontrar espacios. Sabía el cuadro melillense que anulando a Hugo Rodríguez y Joselu tenían mucho ganado. No les preocupaba combinar poco, ya que cuando tenían el balón buscaban el juego directo, sobre todo a Chota.
En el minuto cinco, la Hoya Lorca pudo marcar. Hugo Rodríguez se internó por la derecha, sacó un centro envenenado que estuvo a punto de entrar en la meta de Álvaro si no lo remedia Pedro Bolaños.
La Unión Deportiva se acercaba al área en contadas ocasiones, a través de balones parados. En el minuto diecinueve pudo adelantarse en el marcador. David Sánchez botó una falta escorada a la izquierda y ante la pasividad de la defensa hoyera, Mahanan llegó desde atrás y remató a placer de cabeza, pero la fortuna sonrió a los locales, ya que ese balón claro se marchó fuera por muy poco.
A medida que pasaban los minutos, el juego fue ralentizándose. Era el ritmo que le interesaba al Melilla. Los lorquinos estaban cayendo en la trampa. David Cuerva y Marcos Pérez no terminan de dominar el medio campo. Sólo las acciones de Hugo Rodríguez, una vez más el mas incisivo de los lorquinos, ponían en aprietos a la U.D. Melilla.
En el minuto treinta y tres, Hugo Rodríguez sacó un disparo con mucha intención, pero el balón salió rozando el poste izquierdo de Álvaro. El meta visitante todavía no había tenido que intervenir demasiado, hasta el minuto treinta y cinco, en una nueva acción de Hugo Rodríguez, que sacó un derechazo que Álvaro repelió con dificultades para que Antonio Pino recogiese el balón y batiese la meta melillense. El tanto fue anulado a instancias del juez de línea por entender que Pino estaba en fuera de juego. Decisión que perjudicó a los hoyeros, puesto que las cámaras de televisión demostraron que el gol debió subir al marcador.
El Melilla defendía con todos los efectivos en su campo. No tenía prisa en sus acciones, muy bien posicionado, tapando todos los huecos y dejando pocas opciones a su rival. A esto se unió el desacierto de Pau Franch en el remate y la excesiva frialdad de Antonio Pino en los balones que llegaban al área. Con poco ritmo de juego, pero con mas méritos de la Hoya Lorca, se llegó al final de la primera parte sin goles. En el primer acto, el Melilla ganó la partida táctica a la Hoya Lorca.
Los primeros quince minutos de la reanudación fueron un querer y no poder de los locales, mientras que los unionistas seguían a lo suyo, perfecta colocación, muy solidarios en el esfuerzo y esperando su oportunidad. En el juego de conjunto, el Melilla era superior y a la Hoya Lorca le estaba haciendo falta alguien que desatascara de medio campo hacia adelante.
El jugador visitante Richi contribuyó a la reacción de los de casa, ya que vio la segunda amonestación y dejó a su equipo en inferioridad a los sesenta y dos minutos. Fue entonces cuando los hoyeros metieron una marcha más y llegaron con peligro. A los sesenta y seis minutos llegó una de las pocas acciones por banda, hasta ese momento. Jaime Paredes pisó la línea de fondo, centró al segundo palo y allí cabeceó Pau Franch, pero Álvaro respondió con una gran intervención. Pese la inferioridad numérica, el Melilla mantuvo el orden hasta el final.
