Esta mañana a primera hora el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda y el consejero de Fomento, Miguel Marín, se desplazarán a la céntrica vía Carlos Ramírez de Arellano para visitar el inicio de las obras de renovación que se realizarán sobre el proyecto redactado por el arquitecto Román Dobaño Laguna. Las obras, que contemplan la renovación de pavimentos, así como saneamiento, alumbrado, mobiliario urbano y jardinería del espacio publico, contarán con un presupuesto de adjudicación de 569.800 euros. Al objeto de imprimir a la ciudad un nuevo impulso urbano, e integrado dentro del mayor Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Melilla, que pretende implantar un nuevo punto de vista más sostenible y moderno en las relaciones entre peatones, bicicletas, vehículos a motor y transporte urbano, se plantea la reforma urbana de la calle Carlos Ramírez de Arellano, que es la continuación del eje principal del Parque Hernández.
El proyecto de diseño pretende dotar a la calle de un nuevo aspecto estético, más acorde a los nuevos tiempos, así como un uso de su espacio más lógico que respete los principios del citado plan de movilidad.
Proyecto
El proyecto parte de una idea fuerte y potente como es continuar el eje principal del Parque Hernández, como si este llegara más allá de sus actuales fronteras.
De este modo se dará un aspecto estético de espacio abierto, verde, de poco tráfico, con una contaminación acústica y una polución prácticamente inexistentes. Será como pasear por un parque sin salir del casco urbano. En la parte alta de la calle, desde la rotonda con Reyes Católicos hasta Ibáñez Marín, se mantiene, por el contrario, una estructura clásica de aceras y calzada.
En definitiva, con este proyecto ganará en espacio y movilidad y los vecinos y negocios de la zona verán revalorizarse su calle. Pero lo más importante es lo que van a ganar ciudadanos o visitantes temporales de la ciudad, al poder disfrutar de tranquilos ratos en una terraza de verano, sentarse en los bancos o poder pasear a la sombra de un árbol.
