El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, consideró ayer que la falta de consenso en torno a las medidas que se están tomando para tratar de combatir la presión migratoria está provocando que ésta no decaiga y la ciudad siga sufriendo un “efecto llamada” sobre sus fronteras. “Todo lo que sea establecer un pasillo, intentar que las fuerzas de orden público bajen los brazos e intentar asustar y amedrentar con denuncias, imputaciones y con todas esas cosas, todo eso es un efecto llamada al inmigrante y, sobre todo, a las mafias, que son quienes los traen”, subrayó Imbroda. A preguntas de los periodistas, Imbroda incluyó en este reproche a los “organismos internacionales diciendo que se incumplen las leyes”, lo que provoca que las redes dedicadas al tráfico de personas estén “encantadas” cada vez que en la prensa aparecen las dudas sobre la legalidad de las medidas que se adoptan.
“Cada vez que se oye una noticia de que esto es ilegal, que no se puede hacer, que la modificación de la Ley de Extranjería es anticonstitucional, que tenemos que ir a todos los tribunales del mundo para que machaquen a España… todo esto es un efecto llamada a la inmigración y un caldo de cultivo para que no se rebaje la presión”, lamentó.
Imbroda se mostró convencido de que si hubiera consenso en torno a la política migratoria y las medidas que se están adoptando, “no pasaría lo que está pasando” en la frontera de Melilla, que en lo que va de año lleva registrados 65 intentos de entrada masiva, en los que han participado más de 16.000 inmigrantes.
Dos opciones
El presidente melillense sostuvo que ante este problema de la inmigración clandestina solo existen dos opciones, “o se deja pasar o no pasan”, pero si se elige la primera debe ser “por la puerta” y estableciendo “un puente marítimo de aquí al resto de Europa y que entren los que quieran”.
“Eso es una solución, supongo que será la que piden todos estos que dicen que no se rechacen ni se devuelvan [a los inmigrantes por la valla]”, insistió Imbroda antes de subrayar la necesidad de que la seguridad prime “sobre cualquier circunstancia” en la protección de la frontera melillense, ya que no se sabe quiénes la intentan cruzar de forma clandestina.
“Mire, yo no estoy para bromas en este aspecto”, dijo Imbroda para considerar que la actuación de la Guardia Civil en la frontera debe ser la que está llevando a cabo, rechazando a quienes traten de entrar ilegalmente, algo que la Ley ampara y que se va a modificar para dar más seguridad.
